La
IV
Internacional fue una organización internacional de partidos
comunistas seguidores de las ideas de
Karl
Marx, Vladimir Ilich Uliánov
Lenin y
León Trotsky, quien además fue su principal dirigente. Fue establecida
en un congreso de delegados en París en
septiembre de
1938, donde fue aprobado el Programa de Transición. La IV Internacional es heredera de todas las
internacionales obreras, pero su modelo organizativo y programa político
se basa en los cuatro primeros congresos de la
III Internacional.
Logo de la
Cuarta internacional
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Las internacionales obreras
La fundación de
la
Primera Internacional fue el primer intento de los sectores más
avanzados del movimiento obrero de dar una expresión organizativa a la
política internacionalista de la revolución proletaria. En ella jugaron un
papel destacado Marx y
Engels.
La
Segunda Internacional (1889),
de la cual Engels fue uno de sus fundadores, terminó apoyando a los
gobiernos de los países imperialistas votando a favor de los créditos de
guerra para la
Primera Guerra Mundial, enfrentando a los trabajadores de los
distintos países resultando una de las mayores matanzas de la historia.
Ante éstos
hechos, el
Partido Bolchevique fundó la
Tercera Internacional después de la
Revolución Rusa para recuperar la política revolucionaria a escala
internacional. Después del triunfo de
Stalin y
la burocratización del
estado soviético, la Tercera Internacional se convirtió en un
instrumento de la política exterior de la
URSS y de su
política del socialismo en un solo país.
La necesidad de
construir la Cuarta Internacional había sido proclamada por
Trotski al
considerar que la Tercera Internacional había renunciado a defender los
intereses de proletariado internacional, como se comprobaba por las
grandes traiciones de los PC´s en Alemania, Francia
y España
durante la década de los 30, resultando la victoria del fascismo en gran
parte de
Europa. La IV Internacional se fundó de hecho en una conferencia en el
año 1938.
La IV Internacional
Leon Trotsky
entendía la Internacional como el partido mundial de la revolución
proletaria, con secciones en los diferentes países que actuaran como un
todo (con un régimen interno de centralismo democrático) en pos de la revolución mundial. Los ejes
programáticos se basaron en la teoría de la revolución permanente, el
Programa de Transición y el
internacionalismo; por tanto se defendía que la revolución socialista
sólo podría triunfar definitivamente si se daba a nivel mundial.
La sede del
Secretariado General fue traslada a Nueva
York al comenzar la Segunda Guerra Mundial en 1939.
En 1940 el que
entonces era el partido más importante de la Cuarta Internacional, el
Partido Socialista de los Trabajadores (SWP) de los
Estados Unidos, sufrió una división. La escisión fue protagonizada por
una fracción minoritaria encabezada por Max Schachtman y
James Burnman que discrepaba con las posiciones de Trotsky y
James Cannon.
El asesinato de
Trotsky en agosto de 1940 por un
agente español (Ramón
Mercader) de la NKVD mandado
por Stalin, significó un grave golpe político para la Cuarta Internacional
que quedó muy debilitada, con una dirección muy joven e inexperta elegida
tras la Segunda Guerra Mundial en 1946 en el
segundo congreso mundial.
Graffiti en el País Vasco en honor de James Cannon,
destacado trotskista norteamericano
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El primer gran
desafío y crisis se produjo en 1953, cuando
distintos grupos (entre ellos el Partido Socialista de los Trabajadores Argentino, el
Partido Comunista Internacionalista francés o el
SWP norteamericano)
se negaron a aceptar las tesis mayoritarias impulsadas por
Michel Pablo (seudónimo del
trotskista de origen griego Michel Raptis), quien defendía que al estallar una inmediata Tercera
Guerra Mundial, los PC´s estalinistas tomarían un papel revolucionario al
enfrentarse violentamente al imperialismo; por tanto, en los estado
obreros burocráticos la gran tarea no sería construir partidos trotskistas
revolucionarios, si no entrar a los PC´s estalinistas para impulsarlos a
tomar el poder. La internacional acabó el proceso rota en diversas
fracciones, y las secciones que siguieron la política pablista fueron
destruidas y sus cuadros absorvidos por los PC´s.
En la década de
los 60 se produjo una reunificación en torno al planteamiento de que la
revolución cubana había producido un nuevo
estado obrero. El recién creado Secretariado Unificado tendría como dirigentes a los principales
líderes que se negaron a aplicar la política pablista, entre ellos al
belga Ernest Mandel, a
James Cannon del
SWP americano y a
Nahuel Moreno del
PST argentino. Sin embargo la reunificación duró
poco, al defender Mandel la construcción de guerrillas foquistas dejando
en un segundo plano al partido revolucionario de masas. Los grupos
norteamericano y argentino rechazaron ésta política. Nuevamente la
internacional estaba rota.
La IV Internacional en la actualidad
Hoy día existen
numerosas agrupaciones que se reivindican herederos de la IV
Internacional, aunque también buena parte de quienes la conformaron,
renunciaron a su legado. A continuación un resumen de algunas de estas
"internacionales":
El
Secretariado Unificado de tradición mandelista, sigue
reivindicando la denominación de la IV Internacional, aunque ha renunciado
a alguna de sus bases prográmaticas, como el centralismo democrático
(funcionando como una federación de partidos, y no como un partido
mundial) o participando o apoyando gobiernos burgueses, como el de
Prodi en
Italia o el de Lula en Brasil.
De la sección
inglesa de la IV Internacional provenía Ted
Grant, fundador y teórico de la
Corriente Marxista Internacional, fallecido en 2006. Su principal
característica, que la diferencia de cualquier otro grupo, es que la
CMI
se orienta a las organizaciones de masas de la clase obrera. En
consecuencia, esta organizacíón ha renunciado a la reagrupación del
trotskismo internacional y no mantiene ningún tipo de relación con la
amalgama de grupos que se proclaman la IV Internacional. Actualmente, su
dirigente y teórico más conocido es Alan
Woods. La CMI está presente en más de 30 paises. En
Venezuela y Brasil
encabeza los movimientos de ocupación de empresas y en España
dirige el Sindicato de Estudiantes. Posee también una notable influencia en el
Partido del Pueblo de Pakistán.
El grupo
fundado por Nahuel Moreno, la
Liga Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional (LIT-CI)
plantea la reconstrucción de la internacional en base a un programa
revolucionario. Está presente especialmente en latinoamérica (donde
destaca el Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU) y en Europa
(destacando el Partido Revolucionario de los Trabajadores - Izquierda Revolucionaria
(PRT-IR) de
España o el Partido de Alternativa Comunista (PdAC) italiano.
En 1997 se funda
en Génova, Italia,
el Movimiento por la Refundación de la Cuarta Internacional que reagrupaba
a partidos trotskistas de Sudamérica y Europa. Siete años más tarde, en 2004, esta
organización se convierte en la
Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional (CRCI)
con secciones en 3 continentes y 10 países, entre las que se encuentran:
el Partido Obrero de Argentina, el
Partido Revolucionario de los Trabajadores de Grecia, el
Partido de los Trabajadores de Uruguay y el
Partido Comunista de los Trabajadores de Italia.
[1]
También
encontramos la
Fracción Trotskista - Cuarta Internacional, (FT-CI) que rompió con
el morenismo creando una corriente internacional. Destacaremos el
Partido de Trabajadores por el Socialismo de
Argentina, Liga Estratégia Revolucionária de Brasil o
Clase Contra Clase de España.
De las ideas de
Tony
Cliff se formo la Socialist Workers Party que a nivel internacional conforman la
International Socialist Tendency. Este grupo se alejo de la IV
internacional por su definición de la URSS como Capitalismo de Estado aunque ellos se siguen considerando en parte
herederos de las ideas de Trotsky.
Procedente del
Partido Comunista Internacionalista francés de
Pierre Lambert, encontramos la
Corriente Comunista Internacional que reproclamó en 1993 la IV
Internacional, aunque no es reconocida por ningún otro grupo.
Además existen
otros grupos que se consideran parte de o la propia la IV Internacional,
como Lucha Obrera en Francia.
Hoy día, el
gran desafío de quienes se consideran herederos de la tradición trotskista
de la IV Internacional es la conformación de una nueva dirección
revolucionaria mundial que recupere las tradiciones del movimiento
comunista (especialmente de la experiencia del partido bolchevique,
sintetizadas por Lenin y Trotsky) para impulsar y liderar la revolución
socialista internacional.