jueves, 23 de febrero de 2012

ESTRATEGIA Y PARTIDO



ESTRATEGIA Y PARTIDO
Daniel Bensaïd
Reproducimos el registro del curso de formación impartido por Daniel Bensaïd en el Campo de Jóvenes de la IVº Internacional en julio de 2007 en Barbaste (France). Los subtítulos son de la redacción de Inprecor.
La palabra y la cuestión de la estrategia vuelven de nuevo en nuestros días.
Ello puede parecer banal, pero éste no era el caso en los años ochenta y en los principios de los años noventa: entonces se hablaba, sobre todo, de resistencia y los debates sobre la cuestión estratégica prácticamente habían desaparecido. Se trataba de aguantar, sin necesariamente saber cómo se iba a salir de esa situación defensiva.
Si se reinicia hoy un debate sobre los problemas estratégicos -ya se dirá de qué tratan éstos- es que la propia situación evolucionó. Para decirlo de manera simple: a partir de los Foros Sociales, la consigna de “otro mundo es posible” se convirtió en un slogan de masas o, en todo caso, una consigna extensamente difundida.
Las cuestiones que se plantean ahora son: ¿qué otro mundo es posible?, o: ¿qué otro mundo queremos? Y sobre todo: ¿cómo llegar a ese otro mundo posible y necesario?
La cuestión de la estrategia es ésta: no se trata solamente de la necesidad de cambiar el mundo sino de encontrar la respuesta a la cuestión de cómo cambiarlo: ¿cómo llegar a cambiarlo?
Observaciones preliminares
Una primera observación: el vocabulario que trata de ‘estrategia’, ‘táctica’ e incluso, en la tradición de los camaradas italianos familiarizados con la obra de Gramsci, los conceptos de ‘guerra de desgaste’, de ‘guerra de movimiento’, etc., todo este vocabulario que se volvió parte del movimiento obrero a principios del siglo XX, se tomó prestado del lenguaje de los militares y, en particular, de los manuales de historia militar.
Dicho esto, no debemos equivocarnos: desde el punto de vista de los revolucionarios, hablar de estrategia no es solamente hablar de confrontaciones violentas o confrontaciones militares con el aparato de Estado, etc., sino referir una serie de consignas, de formas de organización política, de una política que trata de transformar el mundo.
Una segunda observación: la cuestión estratégica tiene dos dimensiones complementarias en la historia del movimiento obrero.
Trata, de entrada, de la cuestión de cómo tomar el poder en un país.
La idea de que la revolución comienza por la conquista del poder en un país, o en varios, pero en cualquier caso en naciones en las cuales se organizaron las relaciones de clases, las relaciones de fuerzas, a partir de una historia dada, a partir de conquistas sociales, a partir de relaciones jurídicas. Esa cuestión -la conquista del poder en un país, Bolivia, Venezuela, esperemos que el día de mañana sea un país europeo- sigue siendo una cuestión a la orden del día y una cuestión fundamental.
Contrariamente a lo que pretenden algunas corrientes, como las inspiradas por Tony Negri en América Latina o en Italia, que piensan que la cuestión de la conquista del poder en un país es una cuestión pasada e incluso eventualmente reaccionaria, ya que mantiene las luchas en los cuadros nacionales, pensamos que la cuestión de la lucha por el poder comienza sobre el terreno de las relaciones de fuerzas nacionales, aunque cada vez más estrechamente combinada con la segunda dimensión de la cuestión estratégica: la de una estrategia a escala internacional, continental y hoy mundial.
Éste ya era el caso a principios del siglo XX -y era el sentido de la idea de la revolución permanente: comenzar a solucionar la cuestión de la revolución en uno o en varios países, aunque la cuestión del socialismo se planteaba inmediatamente por la extensión de la revolución a un continente y al mundo entero. Esa idea era fundamental para los revolucionarios de la generación de Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo y lo es más aún para nosotros. Y es posible comprobar su vigencia: en Venezuela se puede nacionalizar el petróleo, tener una determinada independencia con relación al imperialismo, pero esta posibilidad tiene límites si no se extiende el proceso revolucionario a Bolivia, a Ecuador, y con un proyecto para toda América Latina de lo que es la revolución bolivariana.
Tenemos pues este doble problema: tomar el poder en algunos países con el fin de que sirvan como trampolín para una extensión internacional de la revolución social.
Una última observación introductoria: el problema de la estrategia revolucionaria responde a un verdadero reto, que no se soluciona en Marx.
Si se considera que los trabajadores en general, la clase obrera, son mutilados física y también moral e intelectualmente por las condiciones de la explotación -y Marx describe esto en páginas y páginas de El Capital, que tratan de la degradación por el trabajo, de la ausencia de tiempos de ocio, de la imposibilidad de tener tiempo para vivir, leer, cultivarse…-, entonces se plantea la cuestión de cómo una clase que sufre una opresión total podría, al mismo tiempo, ser capaz de concebir y construir una nueva sociedad.
Había en Marx la idea de que el problema se solucionaría de manera casi natural, que la industrialización de finales del siglo XIX crearía una clase obrera cada vez más concentrada, por lo tanto cada vez más organizada, cada vez más consciente, y que esta contradicción entre las condiciones de vida, donde es explotada, y la necesidad de construir un nuevo mundo sería regulada por una suerte de dinámica casi espontánea de la historia.
Ahora bien, toda la experiencia del último siglo es que el Capital reproduce permanentemente las divisiones entre los explotados, que la ideología -dominante- domina también a los dominados, que no es solamente porque hay manipulación de la opinión por los medios de comunicación -que desempeñan un papel cada vez más importante, es verdad- sino que las condiciones de dominación y compromiso ideológico de los explotados encuentran sus raíces en las relaciones del propio trabajo, por el hecho de no ser propietarios de sus herramientas de trabajo, por no ser quienes deciden los objetivos de la producción, por ser -como lo decía Marx- instrumentos de las máquinas, más que sus amos. Todo eso hace que muchos fenómenos del mundo moderno se nos presenten, a los seres humanos que somos, como potencias extrañas y misteriosas. Se nos dice: no es necesario hacer eso porque los mercados van a enfadarse, como si los mercados fueran personajes omnipotentes, como si el propio dinero fuera un personaje omnipotente, etc. No puedo desarrollar esta idea más, pero es importante decir que las relaciones sociales capitalistas crean un mundo de ilusiones, un mundo fantástico, que sufren también los dominados y del que deben liberarse.
Esta es la razón por la cual las luchas espontáneas contra la explotación, contra la opresión, contra las discriminaciones, son necesarias. Ellas son, si se quiere, el combustible de la revolución. Pero las luchas espontáneas no bastan para romper el círculo vicioso de las relaciones entre el Capital y el trabajo. Es necesaria que intervenga una parte de conciencia, una parte de voluntad, un elemento consciente -la parte de la acción política, de la decisión política que es llevada por un partido. Pero un partido no es extranjero a la sociedad en la cual está inserto. Incluso en la organización más revolucionaria se padecen los efectos de la división del trabajo, se sufren los efectos de la enajenación -de la enajenación deportiva, por ejemplo, porque está a la orden del día este verano- pero al menos una organización revolucionaria se da los medios para resistir colectivamente y para romper el hechizo, el encanto, de la ideología burguesa.
¿“Tomar” el poder?
A partir de lo anterior, es necesario decir algunas cosas simples. Se nos pregunta: ¿Qué quiere decir ser revolucionario en el siglo XXI? ¿Están a favor de la violencia?
En primer lugar, como decía el Presidente Mao, la revolución no es una cena de gala. El adversario es feroz, es poderoso, por lo tanto, la lucha de clases es una lucha y una lucha en muchos aspectos despiadada y no somos nosotros quienes así lo decidieron. Por ello existe una legítima violencia revolucionaria, a la que no es necesario rendir culto, porque no es lo que caracteriza para nosotros principalmente la revolución.
Hasta se desearía ser pacífico y que se amaran los unos a los otros. Pero para ello es necesario, en primer lugar, crear las condiciones que lo permitan.
Por eso, lo que define para nosotros una revolución es transformar el mundo, que, justamente, cada vez más, resulta más injusto y más violento. Y para cambiar el mundo es preciso pasar por la conquista del poder.
¿Pero qué quiere decir “tomar el poder”? No es apoderarse de una herramienta, no es alcanzar puestos, no es ocupar los aparatos del Estado.
Tomar el poder es: transformar las relaciones de poder y las relaciones de propiedad. Es hacer que el poder sea cada vez menos el de los unos sobre los otros para que sea, cada vez más, una acción colectiva y compartida. Y por eso es necesario cambiar las relaciones de propiedad -la propiedad privada de los medios de producción, de los medios de intercambio y, hoy cada vez más, la propiedad de los saberes  (porque por medio de las patentes o la propiedad intelectual hay una privatización de los conocimientos que son un producto colectivo de la humanidad… llegando pronto a patentar genes, mañana las fórmulas matemáticas o las lenguas), privatización del espacio (hay cada vez menos espacio público: los camaradas mexicanos les contarán que en la ciudad de México las calles son privatizadas, y esto comienza a desarrollarse también en Europa), privatización de los medios de información, etc.
Entonces, para nosotros, tomar el poder es cambiar el poder y para cambiar el poder es necesario cambiar radicalmente las relaciones de propiedad e invertir la tendencia actual a la privatización del mundo.
¿Cómo superar este dominio del Capital, que se reproduce casi naturalmente a través de la organización del trabajo, a través de la división del trabajo, a través de la mercantilización de los ocios, etc.? ¿Cómo salir de este círculo vicioso que hace finalmente adherirse a los oprimidos al sistema que los oprime? Durante la última campaña electoral oí a un obrero decir en la televisión en Francia: ¿“Cómo puede ser que los burgueses saben votar en función de sus intereses y que a menudo los trabajadores, o incluso una mayoría de ellos, votan por intereses que les son contrarios?” Es que, precisamente, están bajo la dominación de la ideología dominante. Entonces, ¿cómo salir de ese dominio?
La respuesta de los reformistas fue apostar por la erosión de ese poder: con un poco más de organización sindical, un poco más de votos electorales, etc. Obviamente, todo eso es importante. El nivel de la organización sindical e incluso los resultados electorales son índices de las relaciones de fuerzas. En los países capitalistas desarrollados, que tienen ahora cerca de un siglo o más de un siglo de vida parlamentaria, no se pasará de un grupo de algunos centenares o millares de militantes al asalto del poder si no se construyen relaciones de fuerzas en el terreno sindical, social y también, incluso si está muy deformado, en el terreno electoral.
Entonces, hay cambios. Pero la ilusión reformista es que, para retomar una fórmula que ya ha sido utilizada, la mayoría electoral terminará por incorporarse a la mayoría social y, en consecuencia, el cambio de la sociedad puede ser el resultado de un simple proceso electoral.
 Todas las experiencias del siglo XIX y del siglo XX muestran lo contrario. Sólo hay posibilidades revolucionarias en ciertas condiciones relativamente excepcionales. Hay condiciones de crisis revolucionaria, de situación revolucionaria, donde se produce una verdadera metamorfosis, no simplemente un pequeño progreso sino una transformación súbita en la conciencia de centenares de millares y millones de gentes. Los últimos ejemplos en Europa fueron Mayo de 68 en Francia, el Mayo rampante italiano, 1974-1975 en Portugal… Se puede discutir si la situación era verdaderamente revolucionaria o en qué medida, etc. Se trata, en todo caso, de experiencias donde se ve que la gente, como se dice, aprende más en algunos días que en años y años de discusiones, de escuelas de formación, etc. Hay una aceleración en la toma de conciencia.
Ritmos, auto-organización, conquista de la mayoría, internacionalismo
En primer lugar: toda concepción de estrategia revolucionaria debe partir de la idea de que hay ritmos en la lucha de clases, hay aceleraciones, hay reflujos, pero, sobre todo, existen períodos de crisis en los cuales las relaciones de fuerzas pueden transformarse radicalmente y poner realmente en la orden del día la posibilidad de cambiar el mundo, o, en todo caso, de cambiar la sociedad.
En segundo lugar: examinamos ideas muy generales, como la de que en todas las experiencias revolucionarias, victoriosas o vencidas, que se puede examinar del siglo XIX o del siglo XX, desde la Comuna de París hasta la Revolución de los claveles (de Portugal), o a la experiencia de la Unidad Popular en Chile, en todas las situaciones de crisis más o menos revolucionaria, surgen formas de doble poder, es decir, órganos de poder exteriores a las instituciones existentes. Tales son los consejos de fábrica en Italia en 1920-1921, los soviets en Rusia, los consejos obreros en Alemania en 1923, los cordones industriales y los comandos comunales -es decir, las asociaciones de vecinos- en Chile en 1971-1973, las comisiones de moradores que ocupan las fábricas hasta la asamblea de Setubal en Portugal en 1975.
Por lo tanto, en toda situación intensa de lucha de clase hacen su aparición órganos que llamamos de auto-organización, de organización democrática propia de la población y de los trabajadores, que opone su legitimidad a las instituciones existentes.
Eso no quiere decir que es una oposición absoluta. Los bolcheviques combinaron durante todo el año de 1917 la reivindicación de una Asamblea Constituyente por sufragio universal con el desarrollo de los soviets. Hay una transferencia de legitimidad de un órgano a otro que no tiene nada de automático, es necesario hacer la demostración práctica de que los órganos de poder popular son más eficaces en una crisis, son más democráticos, son más legítimas que las instituciones burguesas.
Pero no hay situación revolucionaria real sin que aparezcan al menos elementos de lo que llamamos la dualidad del poder o un doble poder.
En tercer lugar: resulta central la idea de la conquista de la mayoría como condición de la revolución. Lo que distingue a la revolución de un putsch o golpe de Estado es que la primera es un movimiento mayoritario de la población.
Es necesario tomar al pie de la letra la idea de que la emancipación de los trabajadores es la obra de los propios trabajadores y que pese a lo determinados y valiente que sean los militantes revolucionarios, éstos no hacen la revolución en lugar de la mayoría de la población.
En esto radica todo el debate de los primeros congresos de la Internacional Comunista, en particular del tercero y del cuarto, después del desastre de lo que se llamó la “acción de marzo” de 1921 en Alemania, una acción efectivamente golpista, minoritaria (a escala de la Alemania de la época, es decir, a pesar de que participaron cientos de millares de personas). Esto abrió un debate en la Internacional Comunista respecto a los que creían poder copiar de manera simplista a la Revolución rusa; se afirmó entonces que era necesario conquistar a la mayoría, no en el sentido electoral -no se trataba de ser legalistas diciendo que mientras no se tenga la mayoría en el Parlamento, no se puede hacer nada- pero sí como una legitimidad mayoritaria en las masas, lo que es una concepción diferente.
Aquellos entre ustedes que puedan leer -siempre es útil leerla- la Historia de la Revolución rusa de Trotsky, verán cómo está atento incluso al menor movimiento en los municipios, en las elecciones locales, etc., en tanto que índices de lo que madura como posibilidad en las masas. La conquista de la mayoría se convirtió en el problema en la Internacional Comunista a partir del tercer congreso de 1921 e hizo aparecer los conceptos de frente único, demandas transitorias y más tarde, con Gramsci en particular, de hegemonía. Es decir, se trata de conquistar la hegemonía: la revolución no es simplemente la confrontación capital-trabajo en la empresa, es también la capacidad del proletariado de demostrar que otra sociedad es posible y que es éste la fuerza principal para construirla. Esta demostración se hace, en parte, antes de la toma del poder, porque si no es así es un mero salto en el vacío, es un salto de pértiga sin impulso o un golpe de mano, un putsch. Es por eso que las ideas de demandas transitorias y de frente único son herramientas para la conquista de la mayoría.
Las demandas transitorias pueden parecer elementales. En Francia estamos muy contentos de la campaña de Olivar Besancenot, pero, francamente, “SMIC a 1500 euros y una mejor distribución de las riquezas”, no son consignas muy revolucionarias; hace algunos años incluso habrían parecido muy reformistas. Parecen radicales hoy porque los reformistas ni siquiera hacen ya ese trabajo. Las consignas no tienen un poder mágico, no valen en sí mismas sino en una situación dada, como inicio de una toma de conciencia. Cuando se dice hoy que no se puede vivir decentemente en un país como Francia con menos de 1500 euros al mes, se ve a responder que eso no es realista: si se elevan los salarios, los capitales se van a ir. Eso plantea un nuevo problema: ¿cómo impedir que los capitales se vayan?
Es necesario entonces atacar la especulación financiera, es necesario atacar la propiedad… El derecho al alojamiento plantea el problema de la propiedad de la tierra e inmobiliaria… Pues se trata de consignas que, en un momento dado, cristalizan los problemas que pueden ser comprendidos y que pueden ser una palanca de movilizaciones para millares o cientos de millares de personas, a partir de las cuales se pueden hacer demostraciones pedagógicas, progresivas, en la acción y no solamente en el discurso, de lo que es la lógica del sistema capitalista y por qué incluso demandas tan elementales y tan legítimas chocan de frente con la lógica del sistema.
Esta discusión puede parecer elemental hoy. Pero en los debates de la Internacional Comunista aquellos que querían copiar a la Revolución rusa avanzaban la consigna de armar al proletariado… Sí, por supuesto, si se quiere resistir al enemigo, es necesario llegar a eso. Pero antes de llegar allí, es necesario, en primer lugar, que esté operando toda una toma de conciencia que parta de demandas más elementales, como la escala móvil de salarios, de la división del tiempo de trabajo, etc., etc.
Estas cosas que son banales para nosotros distaban mucho de ser compartidas, y fueron objeto de debates muy violentos y muy duraderos en la Internacional Comunista. Y en torno a estas demandas, que se sienten como necesarias y vitales por la mayoría de las personas, se propone la unidad más amplia a todos los que están dispuestos a luchar seriamente por ellas. Es esta la razón por lo que las demandas transitorias están vinculadas al problema del frente único. Se sabe muy bien que los reformistas no irán hasta el final. Se sabe muy bien que cederán al chantaje y que si el Capital lanza un ultimátum, capitularán. Sin embargo, el camino que se habrá hecho tendrá un valor de demostración pedagógica a los ojos de los que quieren realmente luchar hasta el final por las necesidades vitales, las necesidades culturales, los derechos a la vida, a la salud, a la educación, al alojamiento, etc., y a partir de allí se puede avanzar.
En cuarto lugar, porque no pensamos que la revolución pueda conseguir una sociedad más igualitaria en un solo país, cercado por el mercado mundial, desde el principio tenemos la preocupación de construir relaciones de fuerzas internacionales favorables. El hecho de construir un movimiento internacional -una Internacional de ser posible, y también redes, una izquierda anti-capitalista europea, los encuentros de la izquierda revolucionaria en América Latina, etc.- es parte del programa, no es un mero instrumento técnico, es la traducción práctica de una visión política sobre la dimensión internacional de la revolución.
Dos hipótesis estratégicas y no un modelo
En lo que resta abordaré los últimos puntos.
En primer lugar, se nos pregunta si acaso tenemos un modelo de sociedad. No tenemos un modelo de sociedad. No se puede decir al mismo tiempo que la emancipación de los trabajadores será la obra de los propios trabajadores y pretender tener en nuestro equipaje los planes con las dimensiones de la ciudad futura, etc.
Tenemos, en cambio, la memoria de una serie de experiencias de luchas, revoluciones, victorias y derrotas, que podemos llevar, transmitir y no dejar que se borren. Lo que tenemos no es un modelo de sociedad pero sí las hipótesis de una estrategia revolucionaria.
Para los países capitalistas desarrollados, en donde los asalariados constituyen la gran mayoría de la población activa, se trabaja con la idea estratégica de una huelga general insurreccional.
Para algunos eso puede parecer una idea del siglo XX, incluso del siglo XIX, pero eso no quiere decir que la revolución tomará forzamiento la forma de una huelga general perfecta, de una huelga general con piquetes armados y que será insurreccional. Eso quiere decir, más bien, que nuestro trabajo se organiza en esa perspectiva, que a través de luchas y huelgas locales, huelgas regionales y huelgas de ramas, se intenta familiarizar a los trabajadores con la idea de la huelga general. Esto es muy importante, porque en una situación de crisis es eso lo que puede permitir que espontáneamente haya una reacción de masa en ese sentido.
En Chile, en el momento del golpe de Estado de Pinochet en septiembre de 1973, el Presidente Allende, que disponía aún de la radio, no llamó a la huelga general. Si hubiera existido un trabajo metódico, sistemático, en esta dirección, habría estallado una huelga general espontánea con ocupación de las fábricas, que quizá no habría impedido el golpe de Estado pero en cualquier caso lo hubiera vuelto mucho más difícil. Y una lucha que se pierde en la batalla, se recupera siempre más rápidamente que una lucha que se pierde sin dar batalla. Es una norma casi general de todas las experiencias del siglo XX. Trabajar con la idea de una huelga general no es proclamarla permanentemente sino hacer madurar la idea, para que se convierta casi en un reflejo de respuesta del mundo asalariado ante una agresión patronal, ante un golpe de Estado, ante una represión antidemocrática.
El levantamiento de julio de 1936 en Cataluña y en España contra el golpe de Estado, habría sido difícilmente concebible sin el trabajo previo, sin la experiencia de Asturias en 1934, sin el trabajo del POUM y los anarquistas, etc. Trabajar con una perspectiva de huelga general no quiere decir que se le proclama estúpida y abstractamente en todo momento, sino que se le intenta unir con todas las experiencias de lucha que ya son habituales, se familiariza con la idea, se cultiva como reflejo en el movimiento obrero. Una insurrección no es forzosamente la insurrección de Octubre vista de manera lírica por la película de Eisenstein -no lo es, incluso si es magnífica; la insurrección puede consistir en cosas muy simples: formar un piquete de autodefensa en una huelga, el trabajo en el ejército, formar Comités de soldados cuando había reclutamiento en Francia o Portugal, etc., es decir: todo lo que desorganiza las fuerzas de represión de la burguesía.
Tales son, pues, los hilos conductores que nos permiten vincular las luchas diarias, incluso más modestas, y el objetivo que perseguimos.
Actualmente muchos camaradas en Italia, en Francia y yo creo un poco por todas partes, insisten en la necesidad de organizaciones independientes de los partidos sociales liberales, socialdemócratas, etc. Pero, ¿por qué se quieren organizaciones independientes? Porque perseguimos otro objetivo, porque tenemos una idea de hacia dónde queremos ir.
Sabemos que con participar en un gobierno burgués junto con los socialdemócratas se podría quizá ganar una pequeña reforma pero nos alejaríamos de nuestro objetivo en vez de acercarnos a él, y con eso aumentaría la confusión y la falta de claridad.
Evidentemente, si no tenemos el criterio para determinar qué objetivo queremos avanzar y si no se tiene al menos, si no la respuesta definitiva, sí una idea sobre la manera de avanzar, entonces vamos a ser sacudidos por el menor cambio en la situación táctica, por la menor decepción electoral, por cualquier derrota, etc. Para construir de manera duradera es necesario tener una idea precisa de los objetivos, de las estrategias y las tácticas.
Probablemente la revolución nos sorprenderá. Las revoluciones futuras nunca serán la simple repetición de las últimas revoluciones, simplemente porque las sociedades no son ya las mismas.
Repito a menudo que estamos un poco en la situación de los militares: ellos aprenden en las escuelas de guerra a partir de las batallas del pasado, pero las nuevas batallas nunca serán las mismas; es por eso que se dice que los militares están siempre retrasados en la guerra. Pero nosotros corremos siempre el riesgo de estar retrasados con respecto a la revolución. Incluso los más revolucionarios son sorprendidos por ella. Los bolcheviques, a pesar de su reputación, se dividieron en el momento de pasar a la insurrección en Octubre.
Ninguna organización revolucionaria es un partido de acero, monolítico… La prueba última será cuando la ocasión se presente.
La cuestión del partido
El último punto que quiero abordar es el de la cuestión del partido. Esta no es una mera cuestión técnica: si se tiene una estrategia, se va a construir una herramienta para llevarla a cabo.
La cuestión del partido forma parte de la cuestión estratégica. Intentar imaginar una estrategia sin partido, es como un militar que tiene en sus manos las cartas del estado mayor y los planes de guerra, pero sin tener tropas ni ejército. Sólo hay estrategia realmente si hay, al mismo tiempo, la fuerza que la lleva a cabo, que la encarna, que la traduce día a día en la práctica, etc. Aquí radica toda la diferencia entre la idea del partido en los grandes partidos socialdemócratas antes de 1914 y la de Lenin (hoy día Lenin no es muy popular, incluso en la izquierda y en la propia izquierda radical, pues aparece como autoritario, etc., y creo que hay allí una gran injusticia, pero no es el tema hoy).
¿En qué cambió Lenin, de manera revolucionaria, la idea del partido?
Para los grandes partidos socialdemócratas su tarea era esencialmente pedagógica, una tarea de educador, fundada sobre la concepción de una suerte de lógica espontánea del movimiento de masa en la que el partido aportaba ideas, con escuelas muy interesantes, etc. Para retomar la fórmula de un famoso dirigente socialdemócrata de antes de 1914, el partido no tenía que preparar una revolución.
La idea de Lenin es lo contrario: el partido no debe limitarse a acompañar y esclarecer la experiencia de las masas, sino que debe tomar iniciativas, proponer objetivos de luchas, lanzar consignas que correspondan a una determinada situación y, en un momento dado, ser capaces de orientar la acción.
Para resumirlo en una fórmula: la idea que dominaba en la Segunda Internacional, en su gran época, era la de un partido pedagogo o educador; a partir de Lenin y la Tercera Internacional, la idea es la de un partido estratega, un partido que organiza las luchas proponiendo sus objetivos y que puede, por otra parte, organizar y limitar las derrotas, preparando la retirada cuando fuera necesario.
Hay un episodio famoso: una derrota, porque era una derrota la sufrida por los trabajadores de Petrogrado y Moscú en julio de 1917, habría podido ser definitiva si no hubiera habido el partido para organizar la retirada y reanudar luego las iniciativas. Por ello, el partido no es una herramienta cualquiera. Es indisociable del programa y del objetivo que nos fijamos.
En fin, y quizá sea la última palabra en lo que concierne al partido, tenemos otra cosa que decir al respecto.
No se trata simplemente, para nosotros, de un partido de lucha, combate, acción, etc., se trata de un partido democrático, pluralista. A veces entre nosotros es un defecto, hay excesos, manías de formar tendencias, etc. A veces es útil, a veces lo es menos… Sin embargo, y a pesar de los inconvenientes, ganamos mucho porque el pluralismo en la organización significa que no tenemos una verdad definitiva y que hay un intercambio permanente entre el partido que queremos construir y las experiencias del movimiento de masas. Y como estas experiencias son diversas, esta diversidad puede traducirse en tal o cual momento también en forma de corrientes en nuestras propias filas.
Pero existe otra razón a su favor: si se está por una sociedad pluralista, si se considera que existe la posibilidad de una pluralidad de partidos, incluida una pluralidad de partidos que se reclaman del socialismo, si ésta es una de las consecuencias sacada de la experiencia del estalinismo, entonces es necesario que de una determinada manera desarrollemos la democracia en nuestras propias organizaciones, en nuestras organizaciones de juventud, en nuestras secciones de la Internacional y también en la práctica que intentamos aplicar en los sindicatos y en las organizaciones.
La democracia es necesaria desde ya, porque es eficaz para las luchas, porque la unidad no va sin la democracia, porque si queremos construir frentes amplios contra Sarkozy o contra cualquier otro, es necesaria también para que las distintas visiones del mundo puedan reconocerse. Pues la democracia es una condición y no un obstáculo para la unidad. Y es también una cultura democrática que servirá para el futuro, porque la burocracia y la burocratización no es solamente el estalinismo.
Algunos se imaginan que el asunto de la burocracia ha terminado con el fin del estalinismo.
¡No!
Lo que produce la burocracia no es el partido o, como algunos dicen hoy, “la forma partido”, sino la división social del trabajo, la desigualdad. Las organizaciones sindicales, las organizaciones asociativas no son menos burocráticas que los partidos, a menudo lo son aún más, porque hay intereses materiales. Las organizaciones no gubernamentales en el Tercer mundo, que viven de subvenciones de la Fundación Ford o de la Friedrich Ebertschiftung, en gran parte también se burocratizan y a veces se corrompen. No es la forma de organización la que crea la burocracia. Las raíces de la burocracia están en la división del trabajo entre trabajo intelectual y manual, en la desigualdad ante el tiempo libre, etc., etc.
Por tanto, la democracia tanto en la sociedad como en nuestras organizaciones es la única arma que tenemos contra ella.
Hoy esto es muy importante, y quiero terminar estas reflexiones con ello. La gente tiene una visión de que un partido es un alistamiento, es militar, es la disciplina, es la autoridad, es la pérdida de su individualidad, etc. Yo pienso exactamente lo contrario. Hoy no se es libre solo, no se es brillante de manera asilada, no se despliega la individualidad sino en una organización de lucha colectiva. Y si se toman las recientes experiencias políticas, los partidos, con todos sus inconvenientes, con sus riesgos de burocratización -incluidos nuestros pequeños partidos- son, a pesar de todo, la mejor forma para resistir a formas todavía peores de burocratización, de corrupción por el dinero. Porque se está en una sociedad donde el dinero está por todas partes y corrompe todo.
¿Cómo resistir en una sociedad así? No por la mera moral, sino por una resistencia colectiva a la potencia del dinero.
Además, se tiene también frente a nosotros, y a veces es el mismo poder, el poder de los medios de comunicación. Los medios de comunicación tienden a quitar a las organizaciones sociales y a las organizaciones revolucionarias de sus propias palabras y de sus propios portavoces. Hay un mecanismo de cooptación del personal político por los medios de comunicación. Son las cadenas de televisión las que deciden: aquél tiene una buena cabeza, éste refleja bien la luz, aquélla es más bien simpática, etc. Los fabrican.
Nosotros queremos conservar el control de nuestra palabra y de nuestros portavoces. No creemos en el salvador supremo ni en los individuos milagrosos. Sabemos que lo que hacemos es el resultado de una experiencia y de un pensamiento colectivo. Ésta es una lección de responsabilidad y de humildad. El peso de los medios de comunicación en nuestras sociedades sólo des-responsabiliza a la gente. Cuánto gente defiende en la televisión una idea completamente excéntrica y una semana más tarde pasan a otra cosa, sin nunca tener que explicarse, o tener que rendir cuentas sobre lo que dijeron.
Lo que dicen nuestros portavoces, como Francisco Louça en Portugal, Olivier Besancenot en Francia o Franco Turigliatto en Italia, lo hacen siendo responsables frente a centenares y millares de militantes. No son individuos que hablan según sus caprichos o lo que sienten en el momento; ellos hablan en nombre de una colectividad y tienen responsabilidades frente a los militantes que los eligieron. Eso es para nosotros una prueba de democracia.
Contrariamente a lo que se dice, los partidos políticos tal como los concebimos -sin tomar en cuenta a los grandes aparatos electorales- constituimos la mejor resistencia justamente democrática en un mundo que los es muy poco y es uno de los eslabones, una de las partes de lo que entendemos por estrategia revolucionaria. ■
 
Traducción: Andrés Lund Medina

sábado, 18 de febrero de 2012

Escrito de Raúl Santander.


LA REVOLUCION DESFIGURADA
SEPTIEMBRE 1970

El resultado de las elecciones presidenciales del 4 de septiembre tiene una extraordinaria importancia. Repercutirá tanto en el plano nacional como en el latinoamericano. El triunfo de la Unidad Popular se corresponden con el desarrollo de la lucha de clases. Este triunfo abre una perspectiva totalmente diferente y que debe ser analizada cuidadosamente. Estamos en presencia de un real triunfo de las fuerzas motrices de la revolución y de una derrota política de las fuerzas burguesas. Sin embargo, es preciso no engañarse ni extrapolar indebidamente el triunfo conseguido.

Allende resulta un Kerensky sin revolución! Si ocupa la presidencia de la República, ello puede ser una afirmación de la revolución, como también su primera derrota. La elección ha sido un pre-enfrentamiento que deja en suspenso el combate decisivo y que lo fuerza inevitablemente en un próximo futuro.

Contrariamente a lo que debiera ser o pensarse, el resultado de la elección ha introducido toda clase de confusiones, ha enturbiado las aguas y será necesario un análisis detallado y cuidadoso para separar los contrapuestos elementos que confunden el cuadro. La elección no ha despejado las incógnitas, es un resultado en clave que debe ser descifrado!

Cuando decimos que ha habido una derrota burguesa, tenemos la obligación de delimitar esa afirmación. Primero ha habido una derrota primordialmente de la derecha burguesa. Segundo, la burguesía no logró unificarse en el proceso. Tercero, la votación de Alessandri significó, sin embargo, un progreso en la ruta de la unidad. Cuarto, el triunfo de Allende es un triunfo de las masas obreras pero sólo parcialmente de la dirección obrera, particularmente del PC y del PS; en la superestructura existe un triunfo político, que se masifica y alcanza todo su contenido si apreciamos correctamente la votación de Tomic.

Esta votación es impresionante (Tomic), pero sólo superficialmente expresa o significa un fortalecimiento del mantenimiento de la DC como partido. El hecho concreto es que, a pesar del triunfo de Allende, todavía existen síntomas en el movimiento obrero de la fractura del mismo. Es evidente que en los últimos momentos la burguesía se inclinó por Alessandri buscando la unidad, pero resultó –por una parte- demasiado tarde esta tentativa; es decir, no toda la burguesía pudo volcarse a Alessandri. No puede descartarse que la mayor parte d la votación de Tomic sea de las masas obreras y campesina que siguieron votando por a revolución bajo el programa reformista burgués. Al ser derrotado Tomic, a DC no podrá conservar las bases sociales obreras y campesinas.

La polarización de clase toma ahora un sentido definitivo y durante un tiempo se mantendrá oculta, por lo menos desde el punto de vista de los sectores obreros. En el campo burgués, por el contrario, habrá una cierta detención en el terreno de la polarización.

El sector burgués reformista tenderá a colaborar con el reformismo obrero triunfante. Esta colaboración será forzada, en gran parte, por la debilidad coyuntural partidista de  la burguesía y, por otra, por la tentativa de contener desde dentro la ofensiva de las masas en un intento de desvirtuar y oscurecer el progreso de la revolución.

Decimos debilidad coyuntural porque, de una parte, la burguesía en su conjunto está fuerte y sigue teniendo el poder pero no logró, en este proceso, recomponer una relación social nueva. Esta imposibilidad le cierra la perspectiva de una relación social democrática ya que la colaboración a nivel superestructural con el reformismo la supedita a la relación social y política conseguida por este reformismo obrero que debe fortalecerse silenciosamente por el escurrimiento inevitable de los sectores que, hasta el 4 de septiembre, dieron su confianza a Tomic.

Debe tomarse en cuenta que la dirección reformista, habiendo usado a las mas as en la elección, entra de inmediato a independizarse de ellas y éstas sólo podrán hacerse presentes por nuevas y masivas acciones en el plano estricto de la lucha de clases.

A través de la DC la burguesía busca un pacto comprometido con la UP con el objetivo de paralizarla. Si consigue ese pacto viviremos un período preparatorio para el enfrentamiento. Preparatorio en espacial para la burguesía aunque el pacto sea con partidos burgueses, los radicales y al API de la UP –que recobran mayor importancia que durante la campaña- más el apoyo DC. La burguesía se unirá por encima de los partidos, es decir, la inevitable unidad burguesa señalará la muerte de los propios partidos burgueses! Se unirá bajo mandos militares o represivos en ecuaciones por encima de las actuales representaciones partidistas!

La burguesía conserva el poder y no lo dejará. La revolución ha obtenido todo lo que podía obtener por la vía electoral. No ha obtenido el poder real.

La nueva etapa exige un cambio cualitativo que rompa la sui géneris dualidad de poder que se ha creado. Esta dualidad de poder está culta en el momento presente y existe superestructuralmente. Hay que llevarla a la base, o si se quiere, que se materialice organizativamente ya que existe como fuerza presente y en la predisposición de las masas, pero se desnaturaliza por la confianza en la UP, los partidos y en Allende. Se trata de impedir que la dirección se independice la base, proceso que forzarán los partidos para poder maniobrar libremente.

Allende sólo conseguirá el poder con un compromiso. Si lo hace no podrá transformarse y deberá, hoy o mañana, enfrentarse con los propios trabajadores. Si no hace pacto, deberá enfrentarse con la burguesía que saltara por sobre sus debilidades y violentará el proceso, sin esperar una relación política estable.

Se inicia un período de total inestabilidad político-social que tiene que resolverse inevitablemente por la conquista del poder por las masas o por la contrarrevolución abierta. No hay otra perspectiva. La coexistencia en el gobierno de un reformismo obrero y el reformismo burgués es un contrasentido. Uno y otro deben desplazarse. Eso no puede ser un proceso pacífico. El reformismo obrero no puede desplazar al burgués sin transformarse y eso significa la revolución que no puede llevar adelante, justamente, la dirección reformista.

El triunfo comprometido puede provocar una cierta detención del empuje d las masas. Esta detención limitará, dinámicamente hablando, la base de sustentación de las vanguardias en el interior de los partidos reformistas. esto significa un afianzamiento momentáneo de esas direcciones. Ahora bien, es improbable que esas direcciones puedan desencadenar una ofensiva contra la vanguardia. La propia fortaleza burguesa se levanta como un escollo para esa tentativa. No es el caso de España. El stalinismo, en particular, si bien se verá fortalecido, no podrá desencadenar una ofensiva contra la vanguardia. La burguesía lo impedirá, no porque tenga simpatía por la extrema izquierda, sino porque vería en esa ofensiva del stalinismo contra la vanguardia, un riesgo para sus propias fuerzas de choque que debe organizar y defender.

La primera tarea es impedir que la dirección reformista se independice de las masas, asegurando la participación democrática, efectiva  y organizada de las masas en organismos de poder. Que superen la mera militancia en los partidos que siempre es formal y decorativa. Hay que propiciar y crear Consejos Obreros de base, comunales y regionales. Impulsar la lucha de clases independizando a las bases de compromisos con el gobierno. El apoyo que las masas le prestarán inevitablemente al gobierno –que debemos impulsar- no debe ser incondicional. Debemos, junto con las masas, propiciar el cumplimiento rápido del programa ofrecido y empujarlas a tomar la iniciativa y realizarlo con independencia. Debemos impulsar el armamento del proletariado y que éste forme, desde ya, las milicias populares para defender la marcha de la revolución impidiendo, a su vez, el armamento de las huestes burguesas.

En el plano político, avanzar en la ruta de construir el partido revolucionario. Esta tarea se desarrolla en tres planos: 1º) Fortalecer, con plena independencia, nuestro propio centro, acrecentándolo. 2º) Buscar el frente único con las tendencias afines y trabajar por la unificación. Esta unificación sólo será posible con las más estricta delimitación ideológica que no debemos confundir con ningún sectarismo. 3º) Orientar un responsable trabajo hacia el PC y el PS en especial, en ayuda y acuerdo a las tendencias revolucionarias existentes en ellos o por formarse.





                                    Tendencia Revolucionaria
                                            “OCTUBRE”

SEPTIEMBRE 1970

lunes, 13 de febrero de 2012

Observatorio Internacional de la Crisis


La “Doctrina Obama” ante la Depresión más grande de la Historia

Golpe Militar en Honduras, América Latina bajo amenaza


ALAI, América Latina en Movimiento 2009-09-08


Dr. Wim Dierckxsens (Holanda)
Dr. Antonio Jarquin T. (Nicaragua)
Dr. Reinaldo Carcanholo (Brasil)
Dr. Jorge Beinstein (Argentina)
Dr. Paulo Nakatani (Brasil)
Dr. Rémy Herrera (Francia)

Introducción:

Desde hace más de una década los miembros de este observatorio y otros han venido alertando sobre la presente crisis, la que explotó a partir del 2008 en el sector inmobiliario de las deudas sub prime de EEUU. Gobiernos y élites del primer mundo en primer lugar banqueros, estaban conscientes de lo que venía ocurriendo mientras hacían preparativos para imponer sus intereses a traves de una doctrina de guerra permanente, la que prevee el desarrollo de una guerra ampliada en Eurasia y quizás mas allá, incluso con armas nucleares y otras de destrucción masiva. Es por esto que a pesar del fin de la guerra fría, el gasto militar sobre todo en Estados Unidos  continuó creciendo hasta las cifras alucinantes de la actualidad. Conscientes de la insostenibilidad del actual sistema de “estafa permanente”, se ha venido preparando un nuevo holocausto para la humanidad, para controlar el mundo, recolonizarlo, hundir los avances democráticos e imponer el neo facismo a nivel planetario. Lo que para Hitler era el III Reich para los siguientes 1000 años, pasó a ser para la nueva élite mundial de predominio estadounidense, el planteamiento de control unipolar perpetuo del mundo. Una idea que, como fue entonces con Hitler, hoy es también absurda e insostenible.

La presente crisis es la convergencia de multiples crisis acumuladas en el marco de crisis mayores tales como crisis financiera y de la economía real, crisis de agotamiento de minerales y fuentes de energía no renovable, crisis de alimentos, o crisis de la ecología, el clima y el calentamiento global. Por su complejidad  e interconexiones hemos venido afirmando que, más que una crisis estructural del sistema capitalista, se trata en realidad de una gran crisis de la “civilización”,  lo que pone en riesgo la supervivencia de miles de millones de personas en todo el planeta y a la civilización misma, tal y como la hemos conocido hasta ahora. Por las razones anteriores, se deben abordar los múltiples aspectos de esta “crisis de la civilización”, de forma integral y no solo en sus aspectos económicos, financieros, políticos, sociales, militares o ecológicos por separado.

Primera aproximación a la crisis en Estados Unidos  

Gráfico: Deuda total de EEUU vs Ingreso Nacional

Estados Unidos debía hasta 2008 untotal de $57 Trillones (Millones de millones), la mayor deuda de la historia.

Eso es $186,717 por cada hombre mujer o niño o $746,868 por cada familia de 4. El incremento fue $32,104 más de deuda per cápita con relación al año anterior.

En 2008 la deuda total se incrementó en $3 Trillones, (millones de millones), 8 veces más rápido que el GDP.

Los intereses de su deuda externa subieron $1.2 Trillones; 79% ($45 trillones) creados desde 1990. No se incluyen pensiones sub financiadas y promesas médicas.(Grandfather Economic Reports - updated May 2009)

Se define deuda como el total de la misma: deuda federal, estatal, de gobiernos locales, internacional, privada, familiar, sector financiero y de negocios, deuda federal a trust funds ($44.2 trillones son deudas privadas/ familiares/ de negocios/ sector financiero, mas $12.8 trillones de deuda federal estatal y de gobiernos locales en dólares ajustados a la inflación).

Para 1957 la deuda de USA era ya 186% mayor que el ingreso y para el 2008 había crecido a $57 trillones, 499% del ingreso nacional. Es decir, hay una deuda de 5 dólares frente a 1 dólar de ingreso neto, con el agravente de que buena parte de ese  mismo dólar de ingreso se origina en el sector improductivo de riqueza tales como el complejo militar industrial, especulación, servicios, comercio, finanzas etc. Esta situación será analizada luego con mayor profundidad.

Como se comprenderá en base a los anteriores datos,  la economía de Estados Unidos estaba en términos esenciales técnicamente en quiebra desde hace varias décadas, situación que no podía ser sostenible indefinidamente. Como es que este país y su élite dominante lograron mantener esta situación de números rojos por tanto tiempo?, … Una primer respuesta es: A través de transferencias desde el sur bajo forma de intercambio comercial desigual, deuda externa, imprimiendo moneda y valores sin respaldo en producción real, controlando mercados, procesos especulativos y otros, en síntesis del subsidio creciente desde el sur y los sectores más pobres del planeta organizado en la “mayor estafa de la historia”. Para ese efecto utilizan la coacción, el poder militar y el desarrollo de una gran capacidad para imponer o desestabilizar  gobiernos, naciones y regiones. Esta situación es insostenible en el largo plazo sin una gran catástrofe planetaria y no sólo por la amenaza de guerra. La FAO estima que para el 2009, cuando la depresión apenas está comenzando, el número de personas con hambre en el mundo ya ha crecido a 1020 millones, de los cuales al menos 53 millones están en América Latina

Tal situación de saqueo planificado se oficializó al retirar el dólar del patrón oro bajo el gobierno de Nixon, lo que permitió masivas emisiones de esta moneda y “valores ficticios” (R.Carcanholo) fabricados del aire y sin respaldo en valor real y se amplió ya sin control a partir del inicio de la globalización neoliberal en los años 90, cuando creció la emisión de los llamados “productos derivados” que contaminaron todas las finanzas y las economía de los demás países del planeta. Constituyen en realidad una gigantesca masa de “capital parasitario” (como lo llama Jorge Beinstein). Una muestra del crecimiento explosivo de tales “valores ficticios” y en la jerga de Wall Street llamados “productos derivados” en comparacion con el producto bruto mundial, se muestra en la siguiente gráfica.

Gráfico: CRECIMIENTO EXPLOSIVO DE PRODUCTOS DERIVADOS

Según el Banco de Basilea, esos productos derivados (empapelamiento, acciones, deudas públicas, impresiones de dinero sin respaldo, deudas ficticias etc.), serían para 2008 unos 1000 billones de dólares: 20 veces el Producto Bruto Mundial. (J.Beinstein/ 7 rostros de la crisis). 

En consecuencia, de cada 20 dólares en papel moneda o títulos valores que circulan hoy por el mundo, solo uno tendría respaldo y los 19 restantes serían “capital ficticio” sin respaldo en valor de ningún tipo. Esto explica la enorme invasión desde los países ricos  -en primer lugar Estados Unidos- con montañas de “dinero” comprando los países del tercer mundo y sus riquezas y propiedades que si son valores reales. Tal es la naturaleza de la nueva recolonización del llamado Tercer Mundo impuesta sobre la amenaza de flotas militares y bases militares para trasformar papeles sin valor en riqueza real: Para America Latina es como una reedicion de la conquista Española que entregaba espejos a  los indios americanos a cambio de su oro y su plata.

Profundización de la crisis, ruptura de nuevas burbujas y una gran depresión como freno al capital ficticio

Aunque se habla mucho de que se vislumbra una recuperación, los comentaristas olvidan que la crisis no está compuesta de una sola burbuja: la burbuja de los bienes raíces inmobiliarios, que ya ha reventado y sigue teniendo problemas aún. Andrew Gavin Marshall plantea que la crisis tiene otras burbujas, que harán parecer pequeño el estallido de la burbuja de la vivienda de 2008. Los indicadores muestran que el próximo posible estallido es el de la burbuja de los bienes raíces comerciales. Esta categoría incluye a edificios de apartamentos, hoteles, torres para oficinas y centros comerciales. Cuando la inversión residencial bajó un 28,9% entre 2006 y 2007, la inversión en bienes raíces comerciales aumentó un 24,9%. La inversión en bienes raíces comerciales estaba sirviendo como amortiguador a la caída en la inversión inmobiliaria. Con ello se atrasó su estallido. Los bienes raíces comerciales siguen las tendencias de la vivienda, y así lo hará la crisis. El principal evento que se aproxima, sin embargo, es la “burbuja de la deuda de los rescates” y la burbuja de la deuda mundial en general, que arrojará al mundo a una Gran Depresión de una dimensión como no ha sido vista en la historia (Véase, Andrew Gavin Marshall, “Entramos a la mayor depresión de la historia Futuras burbujas a la espera de estallar”, en www.rebelion.org )

Con la ´Burbuja de Rescate´, la Reserva Federal y el gobierno de EEUU nada más han logrado retardar la crisis mundial inevitable, al suministrar cada vez más liquidez a una burbuja que ya estaba inflada. A fines de marzo de 2009, el gobierno de EE.UU. y la Reserva Federal habían gastado, prestado o comprometido 12,8 billones de dólares en la “burbuja del rescate, lo que casi equivale al PIB de EEUU. Cálculos más recientes de julio, estiman que la suma alcanzaba los 25 billones de dólares, es decir, casi el doble del PIB estadounidense. El mercado bursátil y los jugadores en la bolsa están otra vez en la gloria después de un repunte de 50%. Parece que no quieren entender que un crédito por billones (trillons) de dólares no genera una recuperación real ya que no está creando nada (Bob Chapman, “Collapse in the Wake of the Fed's Wall Street Bubble?”, www.globalresearch.ca ). Cuando reviente esta mega-burbuja ello significará el fin del ciclo de boom/quiebra de la actividad económica en todo el mundo desarrollado. Cuando esta ‘Burbuja del Rescate’ estalle, no tendrán a su disposición los arreglos fiscales o las políticas monetarias para inflar otra y habrá que comprender, afirma Marshall, que, como recurso último del imperio, puede sobrevenir una gran guerra.

Contradicción estructural del sistema

La crisis inmobiliaria cuyo epicentro se dio en los propios Estados Unidos, es la primera gran manifestación de una contradicción estructural del sistema capitalista con consecuencias mucho más profundas de lo que se divulga por los medios hoy en día, (señala Reinaldo Carcanholo). Frente a la falta de rentabilidad en el ámbito productivo y real de la economía, el capital se dirigió a partir de los años setenta hacia el ámbito improductivo y especulativo, lo cual encontró una respuesta adecuada en la política neoliberal en el mundo entero, en particular en los países centrales. En la especulación el capital encontró una rentabilidad más elevada que en el propio ámbito productivo y naturalmente en gran parte se dirigió hacia ella. Los gobiernos neoliberales favorecieron esta política desde el año 1973, cuando EEUU abandonó el patrón oro-dólar que permitió el inició de la especulación con monedas. Toda la valorización especulativa de activos durante las últimas décadas, sean acciones, títulos o bienes inmuebles, implicó un crecimiento del patrimonio de sus poseedores, sin que significara ganancia en la economía real. Es decir, el poseedor de un activo de ese tipo, al final de cada año percibe una ganancia y aumento de su patrimonio siempre y cuando la especulación mantenga el precio de esos activos sobre- valorizados. Por detrás de esas ganancias, sin embargo, no hay nada real y eso año tras año. Trátase por lo tanto de una economía especulativa de larga trayectoria que no se resuelve en un dos por tres como insinúan los medios (Reinaldo Carcanholo, “Especulación con el dinero es la causa de la crisis”, Semanario Universidad, Costa Rica, julio 2009, pp 6-7).

El hecho de realizar ganancias ficticias en un año determinado a partir del capital especulativo, implica que al año siguiente ese capital especulativo será mayor y va a aspirar una remuneración igualmente mayor. Al mismo tiempo, la brecha entre inversiones productivas e improductivas aumentará. Hay cada vez más capital especulativo con aspiraciones a crecientes ganancias comparando con el capital que genera ganancias en la economía real. Es más, resulta cada vez más des-estimulante invertir en el último sector. Es decir, hay una creciente contradicción entre la desacelerada producción de riqueza y la necesidad de un ascendente capital especulativo que busca apropiarse de la misma. Tal apropiación básicamente se soluciona temporalmente con la realización de nuevas ganancias ficticias, afirma Carcanholo, ya que el aumento en el grado de explotación de la fuerza de trabajo (propio al neoliberalismo) no da abasto para ello. El resultado es que con el aumento del espiral especulativo sin precedente en la historia del capitalismo, aumenta sin cesar el espiral del capital ficticio. Eso significa que año tras año, como en el ´juego de pirámide´ se tiene necesidad de un monto absoluto de remuneración mayor, buscando nuevas y nuevas formas de capital especulativo como los “productos derivados”.

La lógica especulativa opera como una bola de nieve en una pendiente que se agranda con velocidad cada vez mayor hasta que se tropiece y se reviente. La solución para lo inmediato implica dejar un problema cada vez mayor como herencia para el futuro. Ante la enfermedad latente y cada vez más grave, aumenta de manera significativa la medicina a aplicar una vez que se manifiesta la crisis. Mientras no se evidencia la contradicción y no se revienta la “bola de nieve”, la ganancia ficticia, sin embargo, aparece real. La enfermedad no se manifiesta en otras palabras. Esta ´realidad´ se mantiene mientras las ganancias especulativas sean intercambiables por riqueza real. Tarde o temprano, sin embargo, tiene que venir la crisis.

Especulación, crisis inmobiliaria y crisis de la economía real

Hace años –como ya señalamos- los analistas críticos del Observatorio Internacional de la Crisis la veíamos venir. Las apariencias decían lo contrario, pero en esencia se estaba agrandando todos los días la economía especulativa. En la era de la globalización, el espiral especulativo se pudo sostener durante mucho tiempo al involucrar al mundo entero. Esto diferencia esta crisis de la Gran Depresión del siglo XX. Después de haber afectado muchos países periféricos, finalmente el sistema se reventó en el centro del imperio y en su eslabón más débil: reventaron las hipotecas basura o ´subprime´ en EEUU. Como las mismas las calificaron como seguras, fueron adquiridas por la banca en muchos países. Cuando la crisis crediticia estalló fue, inmediatamente una crisis a nivel internacional. La consecuencia de la crisis fue una tasa de ganancia en brusca caída. Por lo demás, la especulación inmobiliaria fue un fenómeno común en todo Occidente y más allá. La crisis en EEUU solo activó la crisis especulativa en el mundo entero y por ello constituye el epicentro de la misma (Reinaldo Carcanholo, “Especulación con el dinero es la causa de la crisis”, Semanario Universidad, Costa Rica, julio 2009, pp 6-7).

Hoy, en apariencia, la crisis inmobiliaria pareciera estar detrás de nosotros, pero lo que dejó es una crisis en la economía real. Las inversiones productivas han declinado en el mundo y sobre todo en Occidente, acentuando la crisis en su economía real. La misma repercute también en el mercado de propiedades comerciales. Este mercado se encuentra en la actualidad y en la mayor parte del mundo en serias dificultades. Las propiedades comerciales en EEUU alcanzan una tasa de desocupación de más del 11%. En Europa (Londres y París) la cifra alcanza el 20% y en China (Beijing) incluso un 22%. Debido a sus crecientes tasas de desocupación, los precios de las propiedades comerciales están cayendo de manera dramática. Desde su pico en octubre de 2007, los precios de las propiedades comerciales estadounidenses cayeron en un 35%. En Europa la situación no es más alentadora. Disponemos sólo de cifras de unas ciudades. En Rusia (Moscú) los precios han caído en un 63% en tan sólo un año y con eso ocupa apenas el tercer lugar después ciertos distritos de Londres (West End) y París (The Economist, August 1st., 2009, pp 61 y 62). 

Gráfico: Ventas de propiedades comerciales en EEUU 2006-2009
Tomado de The Economist 1 de Agosto de 2009

Crisis en la construcción comercial, insolvencia y depresión.

Los préstamos sobre propiedades comerciales han sido ligados a instrumentos financieros complejos conocidos en inglés como “Comercial Mortage Backed Securities” (CMBSS). Este constituye otro espiral especulativo de capital ficticio que probablemente encontrará antes de fines de este año su límite. Todo eso suena a un “déjà vu” de la crisis inmobiliaria. Los ´securities´ más riesgosos y que fueron emitidos en EEUU entre 2005 y 2007 ya entraron en problemas serios debido a una creciente incapacidad de pago incluso de los intereses. Hacia fines de 2009 se estima que en EEUU la tasa de incapacidad de pago en este sector podría alcanzar el 12%. Una crisis en los préstamos de riesgo en el ámbito de la construcción comercial se suma a ello. Esta situación conjunta podría generar otra crisis bancaria y financiera en EEUU durante los últimos meses de 2009 y que afectará sobre todo a bancos más pequeños (The Economist, August1st. 2009, pp 62). ¿Habrá capacidad de otro rescate bancario o será la última crisis que anunciará la crisis de los bonos del tesoro al mostrar una suspensión de pago por incapacidad al nivel del propio gobierno de EEUU? Nosotros creemos lo último.

Estamos entrando, en otras palabras, en la Gran Depresión del Siglo XXI. En Estados Unidos, el Reino Unido, la Eurozona y Japón, habrá una recuperación sin recuperación (« recoveryless recovery »), o sea, una recuperación de mentiras. La actual recesión consiste en una quiebra crediticia de una magnitud propia de tiempos de depresión. El sistema financiero, en efecto, se ha fundido. El sistema crediticio al por mayor (titularización) está paralizado. El sistema bancario es insolvente y el gasto en consumo está colapsando. Solo gracias a las inyecciones de la Reserva Federal las acciones bursátiles no han dejado de subir en los últimos meses. Los grandes bancos hacen un festín con los billones (trillions) que les han otorgado. Como adictos volvieron al juego especulativo y de nuevo subieron las apuestas. Pretenden así hablar de una recuperación. El “capital ficticio” busca, en otras palabras, nuevas “ganancias ficticias” ya que no invierte en la economía real, situación que precisamente ha sido la causa de la crisis. Es la recuperación del capital ficticio rumbo a un colapso mayor. Es sorprendente el paralelo con la crisis de los años treinta. Hasta noviembre de 1929, la bolsa cayó un 35%, casi idéntico a la caída de octubre-noviembre de 2008. Después hubo una marcada recuperación que duró 155 días con un realce de 48%. La recuperación a partir del 9 de marzo lleva en el mismo tiempo casi idénticas cifras. La correlación de 0.8 es inusualmente alta (Véase el grafico abajo).

Gráfico: Recuperación y recaída de bolsa de EEUU 1929-1930 y 2008-2009
Fuente: David Rosenberg, tomado de Graham Summers, ob.cit.

Obtener más capital ficticio aplaca el ansia, pero agrava el problema de colocarlo y genera más burbujas. Mientras tanto, la tensión crece entre los muy ricos y quienes perdieron su empleo, su casa, y suelen pagar intereses usureros a la banca y el sistema financiero por las deudas que no pueden pagar. La riqueza de los hogares estadounidenses ha disminuido en un 14% desde el comienzo de la crisis. El valor de la vivienda ha caído un 41%. El desplome de los precios inmobiliarios está obligando a los hogares a recortar sus gastos, lo que debilita la demanda y eleva ulteriores despidos. Hay cada vez más gente que no puede pagar sus deudas en general y las de sus tarjetas de crédito en particular. Los bancos cobran intereses usureros pero en la economía real continúa la caída de la demanda y hay nuevos negocios que quiebran. Es un círculo vicioso que termina en una ralentización del crecimiento. Las posibilidades de una recuperación entonces son casi nulas. ¿De dónde se supone que provengan los gastos de consumo que solían representar un impresionante 70% de la actividad económica? No hay ni chance de recuperación según Mike Whitney (Por qué la economía no ha tocado todavía fondoen CounterPunch).

La crisis real no son los millones de millones (trillions) de dólares en valores que se hicieron humo. Esas eran cifras ficticias: cotizaciones en bolsa, trampas contables o pirámides financieras, que son las ganancias ficticias que se hicieron humo. Se compra acciones sobre la base de ganancias esperadas a futuro de las compañías. Esas ganancias hoy en día son aún más reducidas de las que fueron en los años treinta durante la Gran Depresión. EEUU ya estaba en recesión en 2008 y las ganancias en el segundo cuatrimestre de 2009 están 31% por debajo de ese nivel. Desde su máximo en 2007 las mismas han caído en términos reales un 98% como puede observarse en el siguiente gráfico.

 
Fuente: Graham Summers, “The Bear Market Is NOT Over, And Stocks Will CRASH This Fall”

La economía real y el empleo

La crisis verdadera es la contracción en la economía real, el creciente desempleo, la contracción en los ingresos y el empleo precario. En la actualidad, los ricos estafadores de Wall Street y Londres se recuperan y todo el mundo político y mediático se ocupa de su prosperidad. Sin embargo el salvamiento de los ricos no salvará a la economía real ya que su consumo suntuario y militar no basta para sostener la demanda efectiva. No habrá, en otras palabras, una recuperación económica al salvar al capital especulativo. Al contrario, para los próximos meses ni siquiera podremos hablar de una recuperación sin empleos (« jobless recovery ») como tratan de vendérnoslo numerosos expertos en la materia. A principios de 2009, los inmensos despidos en EEUU hicieron que la cantidad de nuevos desocupados aumentara entre 600.000 y 700.000 por mes. En los últimos meses, el nuevo desempleo aumenta “sólo” en 500.000 por mes. A partir de esas cifras los medios concluyen que, como la cantidad de nuevas personas que cobran prestaciones de desempleo está disminuyendo, hay signos de recuperación.

La tasa de desempleo oficial en EEUU casi llega al 10%. Lo cierto es que el desempleo sigue aumentando y a niveles mucho más altos de lo que las estadísticas oficiales revelan. Las prestaciones de desempleo cubren tan solo la mitad de los trabajadores estadounidenses. El resto, 50%, no tienen derecho al seguro de desempleo y muchos de ellos sin trabajo (los inmigrantes ilegales particularmente) simplemente no son registrados como desempleados por las estadísticas del gobierno. Los desempleados crónicos con más de 59 semanas sin encontrar trabajo tampoco aparecen en las estadísticas (el límite superior para cobrar prestaciones de desempleo en EE.UU.) en el momento preciso que la crisis se presenta y cuando las perspectivas de encontrar pronto otro trabajo se esfuman. Si incluyéramos toda esa gente a la tasa global de desempleo, tendríamos en EE.UU. una tasa de desempleo superior al 18% y posiblemente cercano al 20%.

Cifras oficiales de desempleo que abarcan el 20% de la población activa se encuentran en Europa (España) y África (África del Sur). Las tasas de desempleo en América Latina están oficialmente por debajo del 10%, las juveniles están claramente por encima del 20% y el desempleo por subempleo puede abarcar a más de la mitad de la población. Estas tasas de desempleo oficiales, sin embargo, puedan hasta duplicarse con una gran depresión (Dave Lindorff, “Vuelta a la realidad: La recesión no ha terminado, ni por asomo). De ser así, ello implicaría que casi la mitad de la población estadounidense estaría sin trabajo. Las consecuencias sociales y políticas se dejan adivinar y el Estado policiaco está en plena marcha, principalmente en EEUU. Lo anterior implicará un polvorín político que intentarán capitalizar los halcones para implementar un Estado Neo-Fascista. Al mismo tiempo habrá una fuerte polarización en EEUU y aún es hora de luchar por otra alternativa política. No necesitamos hablar de los efectos sociales que conlleva una depresión en los países periféricos.

La depresión más grande de la historia y el colapso de la economía de EEUU

Contrariamente al discurso mediático y político dominante, no se puede esperar en absoluto el inicio de una recuperación en los próximos 12 meses como se señalaba en agosto de 2009. Una contracción de la economía real y un notorio ascenso en las tasas de desempleo serán el panorama común en los países de la OECD. Informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) auguran que el PIB mundial se reducirá este año 1,3 %, mientras que el Banco Mundial es más pesimista al afirmar que la disminución será de 3%, sin incluir a China ni a la India. En otras palabras, el mundo en su conjunto, pero sobre todo Occidente, ya está entrando a una gran depresión. Según cifras de “The Economist” (1 de Agosto de 2009: pp 81), en el último cuatrimestre, el PIB de EEUU cayó en un 5.5%, el de la UE en 10% y el de Japón incluso en más de 14%. Estas cifras suelen ser corregidas para mal meses después al conocerse las cifras definitivas. El real panorama entonces es aún más grave.

En América Latina la situación de la recesión es menos severa y un tanto diversa. En México (el país latinoamericano más anexado a la economía norteamericana), el PIB cayó en más de 21%. La lectura es que EEUU deja caer los efectos negativos de la crisis en primer lugar sobre México. De esta forma el vecino del Norte trata de salvar la economía interna. Las cifras son menos desalentadoras en países con un proyecto económico más endógeno. Brasil, uno de los llamados países emergentes, aunque más conectado con el ámbito financiero y especulativo, sufrió una caída en su tasa de crecimiento económico de 3,3% y Chile, otro país fiel a las políticas neoliberales, 2,4%. En medio de la crisis Argentina y Venezuela (país que procura alejarse más de las políticas neoliberales), mostraban todavía cifras levemente positivas (The Economist, 1 de Agosto de 2009: pp 81). Cuanto más desacoplada esté una nación latinoamericana menos fuerte el impacto de la crisis. El resultado anterior estimulará las políticas de desconexión en América Latina durante la gran depresión.

Frente a este cuadro recesivo a nivel mundial, llama poderosamente la atención el crecimiento del PIB tanto en China (8%) como en la India (6%). La producción industrial de China aumentó, según “The Economist” (Ob. Cit.) en más de 10 % en junio de 2009, cifra que contrasta fuertemente con la caída de 14% de la producción industrial en EEUU, un 17% en la UE e incluso un 23% en Japón. Si no hubiera sido por el fuerte incremento en el gasto de defensa durante la administración Obama, la cifra norteamericana hubiese lucido mucho peor. La producción industrial en Brasil, Argentina y México cayó en un 11%. Debido al creciente proteccionismo en Occidente, las exportaciones de China cayeron durante el último año incluso en más 40%. China solía exportar el 40% de su PIB y por lo tanto se ve particularmente afectado por las medidas proteccionistas en Occidente.

Gráfico: Balance comercial de China 2005-2009
 
Fuente: Goldman Sachs

Al ver que al mismo tiempo que crece el PIB de China caen sus exportaciones, caben hacerse dos interpretaciones posibles y cada una explicará parte de la verdad. La economía de China pueda estar creciendo, al menos en parte, por un ascenso en el capital ficticio que suele ser contabilizado en su ascenso como si fuera real. Durante los primeros siete meses de 2009 la compra/venta de propiedades chinas subió en un 60% cuando al mismo tiempo la bolsa china de valores (SSEB) subió (desde fines de 2008) en un 90%, cuando el índice bursátil a nivel mundial (MSCI) apenas subió un 14% en el mismo período. Sobre esta base podemos afirmar que la economía especulativa en China está en plena marcha (The Economist, 1 de agosto de 2009).

Una lectura alternativa es que el producto chino industrial ha sido absorbido, de manera significativa, por una demanda interna ascendente. Para lograrlo, China ha tenido que destinar reservas internacionales al fomento de su demanda interna y/o dejar de adquirir nuevos bonos. Desde setiembre del año pasado el apetito de China para aumentar sus reservas en nuevos bonos del Tesoro de EEUU ha disminuido drásticamente y así sucedió a nivel mundial. El país contaba con las mayores reservas en divisas del mundo (2,13 billones de dólares) y la mitad en bonos del Tesoro de EEUU. Con ello poseía el doble de reservas de las que tenía Japón, el segundo país en esa lista. China no solo ha diversificado sus reservas internacionales comprando oro y materias primas, sino también las ha invertido en las obras de infraestructura. Al hacer grandes inversiones en la construcción de obras de infraestructura al interior del país, en los últimos doce meses los ingresos monetarios per cápita no solo crecieron en la zona urbana (11,2 %) sino también en las zonas rurales (8,1%) de China (Véase, Hedelberto López Blanch, China, contra todos los huracanes”, www.rebelion.org, 10 de agosto de 2009). 

La amenaza de la desintegración del sistema monetario internacional

El hecho de que desde setiembre de 2008 ya no hay demanda a nivel internacional de los bonos del Tesoro de EEUU repercute en la principal potencia. Con sus gigantescos planes de rescate e histórico gasto de defensa, EEUU ocupa nuevos créditos externos por unos dos billones de dólares al año. Sin esas grandes inyecciones de crédito, EEUU ya se hubiera encontrado en una Gran Depresión. Pero este país se encuentra en problemas desde fines del año 2008. En realidad, la Reserva Federal está comprando desde setiembre de 2008 los bonos del Tesoro de Estado ´offshore´ (en las Bahamas) para mantener la apariencia que hay una demanda externa sostenida de bonos.

Gráfico: Porcentaje de la deuda nacional de EEUU en bonos (curva superior) y en billetes impresos (curva inferior), de mayo 1995 a julio 2009
 
Fuente: Mark Lundeen; “The 1929 and 2007 bearmarket race” en www.Gold-Eagle.com

Con esa ´garantía´ la Reserva Federal imprime dólares ó otorga crédito sin límite aparente. Esos ´dólares chatarra´ no se invierten luego en el ámbito productivo, sino que regresan básicamente al mercado bursátil, a la guerra y al complejo industrial militar.

Vender la idea de una recuperación a la vista es la modalidad para prolongar el mayor tiempo posible que los países compradores de los bonos del Tesoro estadounidense y del Gilts británico mantengan un mínimo de confianza y no se deshagan en pánico de dichos bonos. Sin lograr mantener esa confianza, el sistema financiero y monetario colapsaría. El resultado, sin embargo, es que el sistema monetario mundial se está desintegrando cada vez más.

El colapso del dólar y la profundización de la crisis

El mundo ha funcionado y sigue funcionando como una economía basada en deudas, es decir, en pagarés. Esto significa tratar de mantener la confianza a toda costa aunque sea bajo amenaza de guerra. La deuda de EEUU ha sido mayor que la deuda de todos los demás países del mundo juntos y con ello constituye el epicentro de la crisis. Ante el colapso inevitable del dólar, los rusos y los chinos aceleran su juego para situarse en la era Post-Dólar. No hay mucho tiempo que perder. EEUU tiene bajo amenaza de guerra a China para que no vendan masivamente los bonos del Tesoro, aunque EEUU dejó de ser un fuerte importador de productos chinos. Sobre la base de una amenaza de guerra, los chinos no se atreven deshacerse masivamente de los bonos del Tesoro y así ´se mantiene a flote´ el dólar. En octubre de 2009, sin embargo, cuando se harán conocer los rendimientos negativos en la economía real, el mundo se dará cuenta que los productos hechos en EEUU y Gran Bretaña en particular pero de Occidente en general, ya no tiene futuro. Con ello habría las condiciones para otro colapso en la bolsa de valores (H.G Fandrich, LEAP/E2020,“Tres olas gigantes”www.globalresearch.ca ).

Para cientos de millones de habitantes de América, Europa, de Asia y África, el otoño boreal de 2009 podrá anunciar una terrible transición hacia un empobrecimiento duradero de sus clases medias debido a elevadas tasas de desempleo, sin perspectiva de encontrar otro trabajo antes de dos, tres o cuatro años; o debido a la evaporación de sus ahorros colocados directamente en el mercado bursátil; el colapso de los fondos de jubilación por capitalización o; por las colocaciones bancarias atadas a la bolsa; o bien debido a su inversión en las empresas empujadas a esperar desesperadamente una calma que aparentemente no vendrá por mucho tiempo.

Tres nuevas olas gigantes

La Gran Depresión del Siglo XXI estará instalándose con toda su fuerza en los próximos meses. El informe GEAB36, considera que en los meses de setiembre y octubre de 2009 en adelante se producirá la convergencia de tres « olas gigantes » particularmente destructivas, reflejando la profundización de la crisis, que originará convulsiones históricas en términos económicos, sociales y políticos. Aunque no todas las regiones del mundo se verán afectadas de igual forma, en la opinión de sus autores, todas, sin excepción, experimentarán una gran degradación de su situación durante el último cuarto de año.

En los meses de setiembre y octubre de 2009, la incapacidad de pago de Estados Unidos y del Reino Unido para financiar sus déficits públicos, ya descontrolados, será seriamente cuestionada en el debate internacional. La cesación de pago de Estados Unidos y del Reino Unido, ambos núcleo del sistema global en crisis, será la primera ola económica, social y política ya que podrá conllevar a la crisis terminal del dólar norteamericano y de la Libra Esterlina. El informe de GEAB36 menciona en segundo lugar, que prevén una ola de quiebras en serie: empresas, bancos, inmobiliarias, ciudades, regiones y hasta Estados, con otro gran impacto económico, social y político ya que conlleva a una tercera ola: la de desempleo masivo, caída de ingresos, hambrunas, etc.. Estas tres olas además no serán sucesivas sino simultáneas, asincrónicas y no paralelas y por lo tanto muy destructivas. Por su impacto sobre el sistema mundial,  las tres olas marcarán la Gran Depresión del Siglo XXI, lo que podría desembocar en el clima político para una gran guerra a escala ampliada o mundial. (Véase GEAB 36, ob. Cit.).

Según el economista estadounidense, profesor de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, se trata de una "recesión de doble caída" y se puede esperar además un aumento de los precios del petróleo que frenará aún mas la actividad económica. En conclusión: la reanudación será fantasmagórica y la recaída inevitable. Una "recesión de doble caída" provocaría un frenazo brutal de la actividad (...) recalca Eswar Prasad, profesor de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos. (Jeremy Tordjman PARÍS (AFP), 25 agosto 2009)

Neo-fascismo en Occidente vs lucha por un proyecto endógeno de América Latina

Desde el estallido de la crisis financiera hacia finales de 2008 las exportaciones han caído a nivel mundial y sobre todo en los principales países exportadores del mundo. En los 15 países de mayores exportaciones, las mismas cayeron en promedio un 30% y en algunos de ellos como China, Taiwán y Rusia (aunque no figura entre los primeros 15) incluso más de 40%. No había ni un solo país donde las exportaciones aumentaron. En México, Brasil y Argentina las exportaciones cayeron en un 25%, es decir, algo por debajo de la media de las naciones con más exportaciones. La caída relativa en el comercio se dio por encima de la media en los países centrales. Las exportaciones de Francia, Alemania, Gran Bretaña y Canadá cayeron en un 33% y las de Japón casi 40%. El hecho que las exportaciones estadounidenses cayeron solo en un 22%,  probablemente se debe al creciente componente de exportaciones de productos y servicios bélicos.

El patrón en la caída de las exportaciones en los países centrales es mucho más agudo que el descenso en el crecimiento de sus economías. La lectura es clara. A partir de la crisis, las economías centrales se volcaron más hacia adentro. Las mismas procuran salvar a sus empresas para evitar una mayor caída de su propia economía. En una economía globalizada, la contracción del comercio en una potencia tiene como resultado inevitable su contracción en otras naciones por las largas cadenas de producción construidas a nivel internacional a partir de la globalización. El comercio mundial se declina de una manera marcada por esos efectos de encadenamiento a través del globo. Lo anterior a su vez impacta de nuevo negativamente en el comercio y se da así un círculo vicioso. Sin embargo, la fuerte contracción en el comercio no guarda relación con el patrón observado en la baja en las tasas de crecimiento. La caída en el comercio internacional no responde, en otras palabras, exclusivamente a la contracción de las economías centrales. Lo anterior quiere decir que a partir de la crisis económica de 2008 está aumentando el proteccionismo en el mundo. Esta tendencia fue incentivada por el discurso de la economía de desacople que apenas se anunció en la crisis financiera en EEUU.

Comercio mundial se hunde - Gr. 1: evolución anual de las exportaciones de los 15 mayores países exportadores (1991-02/2009) / Gráf. 2: evolución anual de las exportaciones de los 15 mayores países exportadores entre febrero de 2008 y febrero de 2009

El proteccionismo de las grandes potencias

El proteccionismo es una política de “salvase quien pueda” en un mundo que se está hundiendo. Con el neoliberalismo en plena crisis, los países centrales se vuelcan hacia políticas más proteccionistas, es decir, importan menos y con ello los países periféricos también podrán exportar menos. La composición de las exportaciones entre centro y periferia es de un gran contraste. Las exportaciones de los países centrales tienen un alto componente de bienes de capital. Las de los países periféricos en cambio consisten sobre todo en bienes de consumo y materias primas. La caída en las exportaciones de bienes de consumo duradero, entre los países emergentes como China, pueda ser compensada por un alza en la demanda civil interna. La caída en las exportaciones de bienes de capital en los centros del poder, solo se compensa con el alza de una ´demanda´ (interna y externa) de productos bélicos de su complejo industrial militar. Esto es claramente el caso de EEUU cuyas exportaciones cayeron mucho menos que las de Alemania o Japón. La demanda efectiva del producto final de ese complejo industrial militar puede aumentarse a través del impulso de la guerra permanente. Con ello, el costo improductivo de la guerra puede ser transferido a otras naciones. He ahí la inclinación de EEUU y Gran Bretaña por el keynesianismo de guerra. Lo anterior crea el clima político en el centro de poder para lanzarse a una aventura militarmás amplia y compleja.

Al caerse las posibilidades de exportación hacia los países centrales, las economías periféricas, quiéranse o no, se ven prácticamente obligadas a volcarse también más hacia adentro. Esta situación constituye una amenaza y una oportunidad a la vez. La crisis no solo brinda la oportunidad de un proyecto más endógeno sino también genera la necesidad de un desacople. La misma contracción en el comercio internacional pone en crisis a las políticas de anexión inherente al proceso de globalización neoliberal mediante los tratados de libre comercio. Estas políticas económicas solían trazarse en beneficio de los intereses transnacionales y financieros y por lo tanto estaban volcadas hacia la maximización en la apertura económica. Conforme se vaya profundizando la crisis mundial habrá, en otras palabras, una oportunidad más clara para América Latina de recuperar su autodeterminación. Lo anterior, sin embargo, constituye una amenaza para los intereses imperiales y aquella fracción de las élites criollas conectadas con los intereses transnacionales.

Ante la crisis profunda, los centros del poder se inclinan por una mayor protección también en materia del empleo, al cuál los nacionales consideran tener más derecho que los foráneos. En los países centrales el desempleo cada vez más generalizado genera, en otras palabras, mayor xenofobia. Con ello, el ´salvase quien pueda´ se torna también en un proyecto popular, excluyente y políticamente de extrema derecha. Sobre esta base se monta el proyecto proteccionista del empresariado. Hay una tendencia hacia la nacionalización de empresas en problemas. Estas son financiadas o intervenidas por el Estado para salir otra vez a flote. El financiamiento que reciben es condicionado al fomento de la demanda interna. El lema es: ´Buy american´, ´Buy british´, etc. El nacionalismo está de regreso en las diferentes políticas de los países centrales. El mismo representa una actitud colectiva nacional de salvarse a costa eventual de las demás naciones. Estas tendencias proteccionistas, xenofóbicas y nacionalistas son ingredientes para fomentar el neofascismo.

La desconexión y re-conexión en América Latina y el papel de las migraciones.  

La consecuencia para los países latinoamericanos es totalmente otra. Con la crisis económica y el consecuente desempleo, hay migración de retorno y las remesas suelen ir en picada, como puede observarse en el gráfico abajo. Con ello se acaba el ´sueño norteamericano´ que constituía una válvula de escape individual o familiar ante las dificultades económicas y la exclusión en el propio país. Aunque el neoliberalismo trajo más desempleo y exclusión, las migraciones operaban como válvula de escape individual o familiar. Al poder salvarme a través de la migración yo individualmente o con mi familia, esta misma válvula de escape no solo suele despolitizar, sino que además tiende a que los (potenciales) migrantes se alinean con el sistema neoliberal que pareciera brindar estas oportunidades.

Gráfico: Descenso en la construcción en EEUU y remesas a México 2007-2009
Tomado de “The Economist” 1 de Agosto de 2009

Este ´salvase quien pueda´ a nivel individual o familiar se acaba, sin embargo, conforme la migración se torna cada vez más difícil. Cuando hay migración de retorno por el desempleo en el país de destino y las remesas se ven en picada, se acaba el ´sueño norteamericano´. Con la crisis se acaba asimismo la apertura económica para los migrantes y con ello la válvula de escape para solucionar los problemas económicos en lo personal o a nivel de la familia. La nueva situación demanda un proyecto endógeno y más allá de lo individual o familiar, es decir, demanda un proyecto político alternativo “dentro de mi país”. Con la crisis cada vez más generalizada se cierran las oportunidades de trabajo incluso más allá de las fronteras y con ello aumenta la crítica popular al neoliberalismo y a los gobiernos que lo han propagado. Es precisamente en esta coyuntura que se dió el proceso electoral en El Salvador donde se agotó el espacio del partido neoliberal de Arena y ganó en marzo de 2009 el proyecto político del Frente Farabundo Martí con Mauricio Funes como presidente, fórmula que podría brindar alternativas más endógenas ante los ojos de los votantes.

Con la profundización de la crisis económica, cada vez más países latinoamericanos necesitanun proyecto político más endógeno y los procesos en marcha tienden a profundizarse. Si antes no se podía hablar de nacionalización de empresas, hoy con la crisis esta práctica está de moda en los propios centros del poder. Si antes de la crisis el apartarse de las políticas neoliberales, es decir, la desconexión era algo muy difícil de lograr, al profundizarse la crisis del neoliberalismo, los proyectos más endógenos se tornan una necesidad ante la brusca caída del comercio internacional y la exportación de la crisis al Sur.

Al no poder importar todo lo necesario hay que ver obligadamente lo que se puede producir localmente o regionalmente y sustituir importaciones extra regionales. Lo anterior protegería además las monedas locales amenazadas ante un eventual hundimiento del dolar. La recuperación de la capacidad de producción agropecuaria para conseguir la soberanía alimentaria constituye una de las más altas prioridades en este contexto. Frente a la esperable caída del ingreso, del empleo, de las exportaciones y las remesas familiares, así como los esperables efectos negativos del cambio climático, la producción masiva de alimentos, la reforestación, protección del medio ambiente y los recursos naturales, se vuelven algo realmente estratégico e impostergable para la sobrevivencia dentro de las fronteras nacionales y regionales en América Latina y el Caribe. De igual manera el desarrollo de un sistema solidario internacional regional para hacer frente a desastres naturales esperables con el cambio climatico. De igual forma el fomento al comercio intrarregional, incluso con monedas locales o una moneda única regional. Los países de América Latina han comenzado a crear el Banco del Sur, iniciativa previa para la creación del SUCRE como moneda única. (Esto entre otras cosas venía siendo propuesto por miembros de nuestro observatorio y otros en diversos foros internacionales: Conferencia de la SEPLA Montevideo Sept 2007, Conferencia SERPAJ Ecuador feb 08,Conferencia del Foro mundial de alternativas Caracas Oct 08).

Concluyendo, conforme se profundice la crisis, los países latinoamericanos se verán forzados a volcarse más hacia adentro. Para los países periféricos en general y particularmente para los más pequeños, la autarquía obviamente no es ninguna alternativa. Desconexión implicará entonces necesariamente una re-conexión, pero una re-conexión con un mayor grado de auto-determinación, soberanía y menor dependencia del Norte. En términos políticos eso quiere decir la re-conexión primero que nada dentro del continente mismo. Como los países periféricos (más pequeños) dependen particularmente de lazos externos, la integración de los países latinoamericanos se torna una necesidad y entonces una prioridad política en tiempos de crisis.

Golpe de estado en Honduras, cuarta flota USA, toma militar de Colombia: Una ofensiva militar de EEUU sobre America Latina:

El golpe de estado en Honduras se da en la precisa coyuntura cuando la crisis neoliberal demandaba un proyecto económico y político más endógeno. Sin entrar a discutir detalles del gobierno derrocado de Honduras (que corresponden más a asuntos internos de los ciudadanos de ese país), hay sin embargo aspectos que deseamos señalar: El presidente liberal de Honduras, Manuel Zelaya, asumió el poder en 2006. Gobernó en los tiempos en que la especulación de petróleo provocó un brusco ascenso en los precios del combustible. A raíz de esto se dio una huelga de transportistas y taxistas. Zelaya se vio presionado a acercarse a Petrocaribe y Venezuela para adquirir petróleo a precio preferencial, solucionar el conflicto y el problema energético del pais. Su acercamiento al ALBA afectó los contratos con Shell, Texaco y Esso. Ante las presiones populares, Zelaya aumentó el salario mínimo contra el agrado de la clase empresarial, subiéndolo apenas al límite del costo de la canasta básica de alimentos.  

A raíz de un grave accidente de un avión de pasajeros en la capital, el presidente anunció el traslado del aeropuerto civil hacia Palmerola con apoyo financiero de Venezuela. En Palmerola está ubicada una base militar de Estados Unidos. Con las tres medidas anteriores,  el presidente se ganó el conflicto con las transnacionales, con la clase empresarial local y con el Pentágono. Esto fue pretexto suficiente para darle el golpe de Estado. Los países latinoamericanos reunidos en la OEA percibieron otros motivos: Un ataque militar en contra de America Latina comenzando por el eslabón más débil para revertir los avances democráticos, la recuperación de su soberanía y el control de todos sus recursos naturales en todo el continente,.

En efecto, desde  2008 bajo el gobierno del Sr. Bush y coincidiendo con el desplazamiento de la IV flota estadounidense sobre los mares de América Latina, se comenzó a montar el golpe en Honduras. Es algo parecido al ataque a Bahia de Cochinos en Cuba, que se planeó bajo Eisenhower y se ejecutó bajo Kennedy. En ese entonces el mundo estuvo al borde de la guerra nuclear. Se menciona entre los involucrados y sus apoyos a un grupo de fanáticos neo conservadores anti Castristas cubanos americanos, así como altos funcionarios del Sr. Bush primero y luego vinculados a la administración Obama, como son los casos de John D Negroponte, Otto Reich y finalmente a embajadores estadounidenses en Centro América y a muchos otros, entre ellos el último ex candidato presidencial Republicano a la cabeza de unos 17 senadores republicanos más.

Primero organizaron el aislamiento político de Zelaya en la democracia formal y representativa interna que desde la constitución de 1982 promovía la política neoliberal en beneficio de la clase empresarial. Los principales medios de comunicación en manos de una oligarquía muy conservadora, montaron campañas para desprestigiar cada vez más al presidente. Ante el aislamiento progresivo, Zelaya opta por un mayor apoyo popular mediante el camino de la democracia participativa e introduce una encuesta preguntando sobre la opinión del pueblo en torno a una nueva constituyente. De esta forma se abría el camino para un proyecto político más endógeno, más popular y participativo. Todo parecía indicar que otro país latinoamericano caminaría hacia la desconexión relativa hasta el día del golpe militar. En realidad la coyuntura ha venido demandando de una mayor desconexión del proceso de globalización neoliberal en el Sur en general y en América Latina en particular.

El Golpe militar en Honduras no puede ser visto como un golpe tradicional más en un pequeño país, en tiempos de la guerra fría. Precedido por el despliegue de la IV flota de EEUU sobre América Latina en 2008, de un ataque militar de Colombia en territorio de Ecuador y simultáneamente con el acuerdo de instalación de 7 bases militares de EEUU en Colombia, son eventos que no pueden leerse desconectados el uno del otro, por lo que son percibidos como un ataque militar de Estados Unidos contra de “toda Latinoamerica”. Esos hechos además deben de ser valorados y analizados no solo en el contexto local y regional, sino que además dentro del contexto de la estrategia global post guerra fría de Estados Unidos sobre Eurasia y el resto del mundo y en el contexto de la gran crisis económica actual. En este contexto no es extraño que los países del planeta inmediatamente respondieran en bloques condenando el golpe. Coincidieron sin excepción todos los  gobiernos de izquierda, centro o derecha.

Ante semejante manifestación de solidaridad internacional, Estados Unidos se sumó cautelosamente a la condena, ante el peligro de verse en solitario aislado del resto del mundo, dañando así el futuro político de su nuevo gobierno. A pesar del rechazo del Sr. Obama y la Sra Clinton al mismo, no se revertió el golpe. Está claro que es  imposible que el golpe militar se sostenga sin apoyo desde Estados Unidos. Así quedó la impresión de que: O el presidente Obama y la Secretaria de Estado habían mentido en sus declaraciones de intenciones ante la previa cumbre de presidentes del hemisferio en Trinidad y Tobago, o que Obama como Zelaya eran víctimas de insubordinación de sus propios subalternos. Sería algo parecido a otro golpe de Estado en contra del Presidente Obama en su propio país, a manos de un posible gobierno oculto de neo-conservadores heredados por la administración Bush, quizás hasta con el control de los armamentos nucleares de Estados Unidos.  

El Sr Obama se quejó luego de la “Ironía” de pedirle a su país no intervenir en los asuntos internos de América Latina al tiempo que le pedían intervenir en Honduras. La realidad es que lo que se ha pedido al Presidente no es “que intervenga” sino que ordene el “alto a la intervención desde Estados Unidos” montándolo primero y sosteniendo luego ese golpe de Estado. Se le pidió que investigara y sancione a los responsables de su país y que suspenda todo tipo de relación y ayuda militar a los golpistas como exigen las propias leyes de su nación y las internacionales. En el ínterin los movimientos sociales sostienen su lucha por más de dos meses. Con ello, para los movimientos sociales la exigencia por el regreso del presidente Zelaya se incrementa, al tiempo que la estrategia de la lucha popular avanza más. En este entorno en el que Washington apenas comienza a presionar sobre los golpistas, la lucha del pueblo se fortalece y va definiendo su propio rumbo más allá de Zelaya.

 Estrategia militar de Estados Unidos, retaguardia estratégica y America Latina

Cada vez más analistas y gobiernos coinciden en la creencia de que Estados Unidos, ante su incapacidad para controlar la crisis económica, se prepara para empujar una gran guerra con un primer escenario en Eurasia y que para este efecto utilizan a la OTAN y a Europa. Actuarian como punta de lanza para cercar a Rusia y China (juntos la principal amenaza para EEUU), utilizando a los viejos países del pacto de Varsovia y territorios de la ex Union Sovietica, ocupando el sur de Asia y el Medio Oriente para penetrar en profundidad sobre la zona rica en petróleo del mar Caspio y Asia Central. El proyecto contemplaría partir eventualmente Siberia de Rusia y desmembrar a este país y a China en estados menores y potencias militares de segundo o tercer orden, sin real peligro para el establecimiento unipolar de Estados Unidos en el mundo. El problema es que este camino esta lleno de grandes peligros. Uno de ellos el estallido de una guerra termo nuclear en cualquier paso de dicha estrategia, aventura en la que los pueblos nunca deberán acompañar a Estados Unidos. Por el contrario, la política prudente es que toda la región latino americana declare su neutralidad ante una eventualidad tal.

Para un escenario de tal naturaleza, Estados Unidos requiere de una retaguardia estratégica segura, pletórica de petróleo, recursos minerales y otros y esta retaguardia  -como durante la segunda guerra mundial- trátase obviamente de América Latina. La forma más rápida de asegurarla es revirtiendo los avances democráticos de la región e imponiendo dictaduras militares con nuevos estilos pero dóciles a Estados Unidos. No sólo estorban los países Bolivarianos como el del Presidente Chávez, sino también los gobiernos de centro y de derecha moderada. Esto hace que el tema del golpe en Honduras sirvió hasta cierto punto como cortina de humo para negociar las bases militares en Colombia. Política prudente es no permitir en nombre de ninguna soberanía a algún país en particular, que se afecte la soberanía y seguridad vital de los demás países latinoamericanos.  Es engañoso y absurdo el pretexto de lanzar una lucha contra el narco tráfico con portaaviones, destructores, submarinos y misiles balísticos de la IV Flota de EEUU y con armas de última e intermedia generación apostadas en Colombia.  

El golpe en Honduras lejos de ser un anacronismo marca en la opinión de Rick Rozoff un precedente para más en el futuro. Así como Afganistán se ha transformado en el principal frente de guerra durante el último año (incluyendo los 7 meses de Obama), así parece haber planes de agresión militar con América Latina, relativamente apartado de esos conflictos en los últimos diez años (Rick Rozoff, “US Escalates War Plans In Latin America”). El motivo geopolítico es la eventual ampliación de la guerra en las cercanías de China y Rusia. Ello demanda una mayor seguridad en la oferta de petróleo y recursos naturales para EEUU. En tiempos de guerra es riesgoso e inseguro el transporte por los océanos. Estados Unidos necesita, en otras palabras asegurarse de los recursos naturales más cercanos, es decir los de América Latina. El peligro, en la coyuntura de la crisis, fue que el continente estaba definiendo cada vez más su propio rumbo con  autodeterminación sobre dichos recursos. EEUU quería poner un alto y se dio el golpe militar en el eslabón más débil del continente.

En la opinión de James Petras, EEUU persigue con el golpe la estrategia de retroceso, es decir, de hacer retroceder a regímenes críticos electos para imponer clientes acomodaticios y que opera en una multifacética política de abierta intervención militar, de operaciones encubiertas a través de la ‘sociedad civil’, de una retórica diplomática aparentemente benigna de sutil persuasión que depende en mucho de la propaganda mediática. Creyeron que el ‘retroceso’ centroamericano serviría de advertencia a otros regímenes con mentalidad independiente en la región. Hoy en día, el centro-izquierda, e incluso los regímenes electorales de la derecha, se oponen a los golpes militares en toda América Latina e incluso en cualquier parte del mundo porque los ven como una amenaza potencial para su propio futuro. Desde el punto de vista diplomático y político, la estrategia de retroceso promovida por Estados Unidos, entonces, ha sido costosa (James Petras, “La estrategia de retroceso de Obama: Honduras, Iran, Pakistan, Afganistán; el efecto boomerang”).

En opinión de la especialista Ana Esther Ceceña, ”El ataque a Sucumbíos en marzo 2008 marcó el inicio de un nuevo ciclo dentro de la estrategia estadounidense de control de su espacio vital: el continente americano. El golpe de Estado en Honduras,… es el primer operativo de relanzamiento de esa escalada. Colombia…. otorga inmunidad a las tropas estadounidenses….y permite la instalación de 7 bases militares norteamericanas que se suman a las seis ya reconocidas por el Pentágono.  Honduras constituyó…. una cortina de humo… (para) el establecimiento de una sede regional de la llamada guerra preventiva en América, justo al lado del Canal de Panamá y…de la cuenca amazónica….:Está en curso un proyecto de recolonización y disciplinamiento del continente completo. Con la seguridad económica que les establece al lado de la franja petrolera del Orinoco, equivalente a los yacimientos de Arabia Saudí,…. de los mayores yacimientos del planeta,…..500 años después, los habitantes de América Latina tenemos que seguir deteniendo el saqueo, la colonización y las imposiciones….si no paramos la militarización y el asentamiento de las tropas de EEUU en Colombia, las luchas de los últimos 500 años habrían sido en vano (Ana Esther Ceceña, UNAM, México, Alainet No 447 de agosto de 2009).

En la opinión de Heinz Dietrich (14 de agosto de 2009), “con el ataque militar a Ecuador, la activación de la IV Flota, el golpe militar en Honduras y la iraquización de Colombia (bases militares), Washington ha re-implementado por la fuerza la Doctrina Monroe en América Latina”. El golpe militar respaldado por los halcones de Estados Unidos ha reafirmado el aislamiento político y diplomático estadounidense en el Hemisferio. Es más, ha quedado clara la creciente solidaridad entre los pueblos latinoamericanos y del mundo entero en la lucha anti intervencionista. Difícilmente alguna región, país o alianza de importancia seguirá a Estados Unidos en su ocupación armada en un pequeño país de la periferia. El hecho de que EEUU a través de su Secretaria de Estado, se haya negado a considerar el golpe militar como un “golpe” (para mantener su ´ayuda militar´ a los golpistas de Honduras), ha reforzado la convicción entre todos los países de América Latina de que Washington está tratando de dividirlos y volver a los “viejos tiempos” de regímenes militares pro-estadounidenses.

La Cumbre de UNASUR y las bases de EEUU en Colombia (Agosto 28 del 2009)

Por su importancia nos referimos a la cumbre de UNASUR del 28 de agosto de 2009 cuando 12 paises de América del Sur condenaron de diversas formas o manifestaron su desacuerdo con el establecimiento u ocupación de las bases militares de EEUU en Colombia. Este rechazo ha sido unánime desde todos los países de América Latina. Este acuerdo junto con el desplazamiento de la IV Flota de EEUU y el golpe de Estado de Honduras, es visto por muchos como un ataque estratégico de Estados Unidos sobre América Latina, en el marco de su estrategia global de dominación. El antecedente de invasiones, golpes de estado e intervenciones de este país está vivo en la memoria continental que lucha por desarrollar un proyecto más endógeno con una democracia más participativa. Nadie duda que ese acuerdo con Colombia conduzca a revertir los avances democráticos y tomar control militar de los recursos naturales de América Latina, mediante la re-imposición de dictaduras militares.

Muy pocos desean que el futuro de America Latina sea la reedición del socialismo del siglo XX con los estilos del pacto de Varsovia, pero tampoco que sea la continuación del capitalismo del siglo XX y su pasado sangriento. Ambas experiencias han fracazado y no tiene sentido repetirlas. Nadie desconoce los errores y hasta excesos que seguramente hay y habrán en la búsqueda de un mejor camino hacia una sociedad más justa, pero cada vez son más las personas, movimientos y países que lo ven ligado a la construcción de la paz, la democracia integral, la tolerancia, el respeto mutuo, la libertad y la armonía entre el ser humano con el medio ambiente tomando en cuenta las capacidades geofísicas del planeta. La experiencia es la de un mundo que durante el siglo XX estuvo saturado de despotismo, explotación, autoritarismos de izquierda, centro o derecha en medio de las guerras más destructivas de la historia. Nadie desea volver a este escenario.

Hemos señalado una estrategia global de las élites de Estados Unidos, que al no encontrar salidas ante la crisis, se encaminan rápidamente hacia el terreno militar, para posesionarse y controlar todos los recursos naturales del mundo y continuar con el derroche de los países ricos que ya es insostenible ante la capacidad biofísica del planeta. Hemos señalado como un posible primer escenario de guerra en Eurasia y por ello en América Latina, siendo el continente la reserva estratégica de EEUU. Por ese motivo hay que acabar con las experiencias democráticas locales e instalar bases militares de EEUU en la región. Este es el primer gran peligro y ya comenzó a materializarse en Honduras.

Aparte del peligro anterior, también hay el peligro de que en la eventualidad de una guerra ampliada o mundial, el país de América Latina que albergue bases militares de Estados Unidos, sus tropas y equipos, en tiempos de guerra se convierte automáticamente en un “objetivo de ataque hasta nuclear”, hasta con misiles estratégicos intercontinentales por parte de los enemigos de EEUU. En las bases planeadas para Colombia, Guyana Francesa, Curazao, y Recife en Brasil, se contempla incluso el apoyo y abastecimiento a la flota de bombarderos estratégicos nucleares de Estados Unidos con destino a America del Sur y a Africa. Así se desprende de la denuncia que hizo el presidente de Venezuela en la cumbre de UNASUR del llamado “Libro blanco del Comando de Mobilidad Aéra de Estados Unidos”. No se trata pues -expresaron otros jefes de estado- de “lucha contra el narco tráfico”. Ello sería sólo el pretexto para un proyecto geopolítico con propósitos militares distintos enmarcados en una estrategia militar global.

Como es obvio, ningún pueblo o fuerza política responsable en el continente con independencia de su ideología, desearía una dictadura militar o correr el riesgo futuro de un desvastador ataque nuclear de represalia sobre alguna base de Estados Unidos en América Latina en tiempos de guerra. Por esto el rechazo latinoamericano a bases militares e intervenciones de EEUU es crecientemente radical. Aunque, el presidente de Colombia utilizó el argumento de la “soberanía” para lograr ese acuerdo entre su país y EEUU, en realidad se trata de un asunto de “Seguridad Vital Continental” que está por encima de la soberanía de un solo pais. La presidente de Argentina argumentó que “Una soberanía debe ser la de todos, y no puede haber una soberanía que se imponga a las demás”. Los demás jefes de Estado fueron enfáticos en rechazar la instalación de dichas bases en Colombia.

La declaración final de la cumbre señala algo que puede ser el futuro posicionamiento de toda America Latina y el Caribe al decir que “América del Sur debe ser una zona de paz y que hay que abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial de otro estado de UNASUR”. Reafirma que “La presencia de fuerzas militares extranjeras no puede con sus medios y recursos vinculados a objetivos propios, amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación sudamericana y en consecuencia la paz y la seguridad de la región” e “Instruyen al Consejo Suramericano de Defensa para que analice (en la primera quincena de septiembre) el texto sobre “Estrategia Suramericana , Libro Blanco, Comando de Mobilidad aérea (AMC) (de Estados Unidos)”... a fin de “considerar cursos de acción a seguir”. Una declaratoria de América Latina y el Caribe -mas allá de UNASUR- como zona de paz y neutral en tiempos de guerra, marcaría también la “desconexión” de la región de las aventuras militares de EEUU

La ofensiva de EEUU empuja a la región a una carrera armamentista adquiriendo armas convencionales modernas o incluso capacidades nucleares disuasivas para defenderse, lo que sólo serviría al negocio del complejo militar industrial. En ocasiones anteriores hemos señalado que esto sería un gravísimo error en el que los estados latinoamericanos nunca deben caer. No deseamos que América Latina vuelva a ser victima del despotismo, ni sea convertida por el Pentagono ni en el escenario del mayor Viet Nam de la Historia con ese país, ni en un escenario de guerra con armas nucleares. Por esta misma razón, el pueblo de Colombia y los del continente tienen la responsabilidad de impedir que el parlamento de ese pais ratifique ese tratado o convenio de bases con Estados Unidos. Lo mismo vale para los demás países. Estados Unidos ha demostrado una gran habilidad para escalar conflictos pero muy poca capacidad ha demostrado para desacelerarlos y en esto hay que ayudar a su pueblo.

La necesaria integración de América Latina y el Caribe para sobrevivir

A partir del golpe militar en Honduras y los acuerdos en marcha de nuevas bases estadounidenses en Colombia, proyectos de integración como el ALBA, UNASUR, y la nueva integración Sur-Sur más allá del continente, no sólo constituyen una oportunidad económica sino son cada vez más una necesidad política de supervivencia ante la amenaza que les representa la política actual de Estados Unidos. En la crisis, las economías emergentes más grandes como China o Brasil han visto la oportunidad de obtener mayor beneficio y liderazgo en un nuevo orden mundial que podría emerger de la misma. La lección de Honduras y la ocupación militar de Colombia, sin embargo, han de ser una severa advertencia. En el nuevo proyecto de integración latinoamericana y con el mayor peso político y económico a nivel internacional, Brasil debe valorarlo mucho, ante una amenaza de intervención a nivel regional o de guerra a nivel mundial cada vez más concreta, si jugará el juego de  Estados Unidos o si se sumará a la consolidación de un solo proyecto político latinoamericano en afán de su propia sobrevivencia. Hoy, el ´salvase quien pueda´, no salvará a ninguna nación latinoamericana, ni a Brasil. Hoy más que nunca, urge la lucha social por invocar el internacionalismo, y apelar a la solidaridad e integración de los pueblos de todo el continente latinoamericano y más allá, como la única fuente de defensa posible ante una eventual guerra.

El peligro del Neo Fascismo

Con la crisis del neoliberalismo, las democracias representativas formales se agotan y aquí cabe la lucha social por democracias más participativas que permiten una creciente re-conexión con los intereses populares. De no ser así más bien existe el peligro del avance neo-fascista. La primera tendencia ha predominado en la actualidad en América Latina, mientras la última se desarrolla cada vez más en el Norte y sobre todo en EEUU. El neo-fascismo en América Latina no parece ser un proceso endógeno, pero adquiere más espacio cuando recibe intervenciones desde afuera.

Sara Robinson describe cinco fases para que una nación desemboque en el Neo-fascismo y señala que EEUU, se encuentre ya en la tercera. En primer lugar emergería un movimiento racista, sexista, xenofóbico, excluyente para reivindicar una renovación nacionalista que restauraría el orgullo nacional perdido. En la segunda fase, los movimientos fascistas se asientan y entran a partidos políticos y se manifiestan en la mesa del poder. Los de la Derecha se niegan a aceptar a la Izquierda como un legítimo gobernante. La elite conservadora trabaja junto con los fascistas y los acepta como fuerza de choque para tomar el gobierno norteamericano aunque sea por la fuerza. Es en esta fase que se encuentra en este momento el gobierno estadounidense y así se entiende mejor el golpe de Estado en Honduras.

La tercera fase es una transición hacia un fascismo de altos vuelos con apoyo popular demandando mano dura fuerte para salir de la crisis profunda. Falta poco para que entremos en esta fase. Hoy en día no se necesita de grandes oradores en estadios repletos o plazas públicas repletas de gente para manipular las masas hacía aventuras extremas. Hoy los medios de comunicación masiva se encargan de esta tarea demagógica. Nos encontramos en esta fase y todavía hay la oportunidad de pararlo, señala la autora. Pasado ese momento, sin embargo, un estado policiaco suele instalarse lo que puede degenerar en un genocidio sistemático dirigido desde la cúpula del poder. A partir de aquí estamos ante el mayor peligro de una guerra de gran envergadura (Véase, Sara Robinson).

Cambio civilizatorio o barbarie; una historia que pueda repetirse

Hace años que la economía productiva de Estados Unidos está estancada y el peso de las manufacturas en la estructura de su PIB es cada vez menor. Peor aún, hay un déficit profundo en su clasificación industrial, porque son extranjeros casi todos los insumos de los productos norteamericanos finales. Estados Unidos se ha des-industrializado y lo hace cada vez más. Una situación análoga sucede en la Unión Europea e incluso se da en Japón en algunos sectores. En la industria de textiles, automotores o informática ya no compiten sus empresas.

EEUU no tiene la tecnológia suficientemente avanzada en la industria automotriz, ni en muchas otras ramas productivas, para competir con Japón o Alemania; ni una mano de obra suficientemente barata para poder hacer la competencia a las economías emergentes. Esta situación se agrava aún más con el alza en el precio del petróleo. Después de una ola inicial de los biocombustibles, entre 2005 y 2007, actualmente el real negocio de este sector se acabó. Hoy en día los viejos países centrales apuestan a la fabricación de carros eléctricos, no tanto para generar nuevos empleos, ni para lograr una recuperación ´verde´ como señalan los políticos, sino esperando un nuevo impulso al crecimiento y por ende apostando a una nueva fase de acumulación sostenible.

Esta opción no tiene mucho futuro. La crisis no sólo es económica sino también ecológica. La economía global representa una gran pirámide de actividades y operaciones que demandan energía y cuya oferta ha llegado a sus límites con la energía no renovable (carbón, gas y petróleo sobre todo). Las fuentes energéticas alternativas y renovables ni juntas son capaces de sustituir a las fuentes de energía no renovable. Lo anterior significa a no muy largo plazo la insostenibilidad del modo de consumo occidental. Consumir menos sería la alternativa lógica. Sin embargo, ello demanda un cambio civilizatorio.

Una opción momentánea ya discutida en círculos de élites del primer mundo desde los tiempos en que Robert McNamara encabezó el Banco Mundial, ha sido la reducción de la población mundial. Armas de destrucción masiva nuclear y sobre todo las biológicas han sido consideradas y desarrolladas y hoy en día incluso las farmacéuticas. Las últimas son capaces de provocar extensas pandemias. Es alarmante en este contexto que desde meses antes se anuncia una nueva epidemia mortal en el mundo para el otoño boreal de 2009. No hay que olvidar tampoco el hambre como arma de destrucción masiva para reducir al menos en un tercio la población mundial. Una pandemia en momentos de profunda crisis con hambrunas tendrá efectos particularmente mortales en los países donde más hambre hay. Según Naciones Unidas al menos 1.020 millones de seres humanos viven ya en pobreza extrema, número que con la crisis y depresión consiguiente tenderá a aumentar. Una nueva pandemia afectará sobre todo a los más vulnerables en el mundo. Más de mil millones de personas estarían bajo riesgo directo con semejante pandemia.

Ante la decreciente capacidad geofísica de la tierra, la reducción de la población en los países periféricos no es para nada efectiva, dada que la sobre explotación de los sistemas por el derroche se da en las sociedades más ricas. Un 15% de la población mundial absorbe anualmente el 80% de los recursos naturales extraídos con la contaminación correspondiente. Entonces, sustituir las cámaras de gas de Hitler por el asesinato por hambre, pandemias o guerra sobre un tercio de la población mundial tampoco sirve para salvar al mundo de la sobreexplotación de la tierra.

La única salida viable es una economía de decrecimiento. Es la única solución para salvar la vida humana y natural, pero ella implica una sentencia de muerte para el capital. Sin crecimiento económico sustentable no hay posibilidad de una acumulación sostenida. Por lo tanto, desde los intereses del capital hay que posponer esta situación crítica hasta donde sea posible, aunque empeore a diario la bio-capacidad de la tierra, último límite (externo) del capital. Si los países emergentes obtuviesen la tecnología más avanzada, lo que es una cuestión de tiempo, la capacidad competitiva se acaba en Occidente en general y en EEUU en particular. Para posponer ese momento, la política imperial es obstruir un mayor acceso a los avances tecnológicos. Para ello, los países de Occidente y EEUU en primer lugar, procuran mantener en sus manos los derechos de propiedad intelectual como un verdadero monopolio sobre el conocimiento. Ese monopolio se extiende al control de los alimentos y a la manipulación genética de los mismos con semillas transgénicas controladas por transnacionales desde el Norte.

Mientras procuran vivir de manera improductiva de esa renta, Occidente en general y EEUU en particular se lanza al mal llamado proyecto productivo de ´recuperación verde´ y sobre todo en la industria automotriz. Esta transición, sin embargo, es muy costosa y un asunto de largo plazo. Sin una intervención muy costosa del Estado, tal proyecto no es imaginable. El Estado norteamericano, sin embargo, ya se encuentra muy endeudado. En la actualidad, esta transición industrial se financia con la masiva impresión de dólares sin respaldo y de nuevo nos preguntamos, ¿Dónde está el límite?

Guerra por los recursos naturales y decadencia

Mientras tanto, el crecimiento económico en los países emergentes continúa basándose en el uso del petróleo y los recursos naturales. Conforme dichos países apuntan al crecimiento, la demanda de esos ´commodities´, tiende a aumentar sin cesar. La consecuencia es un aumento progresivo en los precios de los mismos recursos. Los países periféricos suelen ser exportadores netos de los recursos naturales. Los países centrales (con unas excepciones como Canadá y Australia) en cambio son sus importadores netos. En tanto que el Sur destina más recursos naturales para su desarrollo interno, habrá menos para Occidente. Con ello el crecimiento económico en la economía real de Occidente se complicaría cada vez más. De ahí la urgencia del imperio por arrebatar sus recursos naturales a los llamados países tercermundistas. Ante ello, América Latina debe organizarse para defender sus bienes comunes.

Grafico: Evolución de los precios de ´commodities´ agosto 2008 julio 2009           (plomo, cinc, níquel, cobre y petróleo)
 Fuente: Mary Anne & Pamela Aden, “The commodity world is growing in stength”, www.gold-eagle.com

La guerra por los recursos naturales en Medio Oriente, África y ahora también en América Latina se acentuará cada vez más. Lo anterior quizás pueda posponer la decadencia de Occidente pero no la podrá evitar. No hay posibilidad de sostener la demanda de recursos naturales infinitamente ya que su oferta se limita cada vez más. El peak-oil es una realidad hoy y el calentamiento global tambien. La oferta no acompaña la demanda ni en la actual crisis. Aunque después de una ola especulativa su precio cayó en picada, luego el precio del crudo volvió a duplicarse. La tendencia futura será una cuota menor de los recursos naturales para los países centrales. Con ello, el capitalismo se apagará primero en Occidente. Esta situación obligará a la búsqueda de un nuevo paradigma. Aunque no hemos llegado todavía a ese punto tampoco estamos muy lejos de ello (Andrew McKillop, “Energy Transition The Long Revolution” tomado de www.financialsense.com ).

En este momento Rusia y China están discutiendo la instalación de enormes gaseoductos de Siberia a través de Xinjiang hacia China, generando una mayor integración de los dos países. Esta cohesión de Rusia y China a través de los países de Asia Central (a menudo ex repúblicas soviéticas) es lo que Washington más teme. Tratase de dos países emergentes vecinos que a la vez son dos de los tres principales acreedores de EEUU y mejor armados después de EEUU. El subsuelo de Siberia oriental contiene 135 trillones de pies cúbicos de comprobadas reservas de gas natural. Ya sólo el gas natural de Kovykta podría proveer a China de gas durante los próximos diez años.

Es más, durante la actual crisis económica, Kazakstán recibió de China crédito por 5 mil millones de dólares para el sector petrolero y de gas. El ducto de petróleo Atasu-Alashankou y el gaseoducto entre China y Asia Central son parte de una política de integración de los países de Asia Central a la economía china. Aunque Washington nunca lo admitirá, la guerra en Irak y Afganistán, la amenaza de guerra sobre Irán y la reciente desestabilización en Xinjiang constituyen en su conjunto una sola modalidad de evitar lo inevitable: la integración

Gráfico: Oferta y demanda de petróleo 1987-2009 ..
 

Gráfico: Evolución de la oferta de petróleo y su proyección 2002-2012


Fuente de los dos gráficos: Puru Saxena, “Peak Oil-Supply data”, www.gold-eagle.com

progresiva de la Organización de Cooperación de Naciones de Shanghái (F. William Engdahl, “Washington is Playing a Deeper Game with China”, Global Research). Si a eso agregamos la relativa dependencia de la Unión Europea del gas natural de Rusia, el aliado más directo de EEUU en un conflicto de mayor envergadura internacional, estaría para colmo, relativamente neutralizado.

El conflicto en Georgia se trató de esto mismo, el 40% del gas que requiere Europa transita por Rusia, por lo que Europa se embarcó en la aventura de apoyar el ataque a los territorios pro Rusos de Osetia del Sur y Abjasia en Georgia y asegurar así el transito del gas y el petroleo a Europa procedente del mar Caspio. Rusia dejó claro que no permitiría más acercamiento de la OTAN a su frontera sur, aplastó al ejército de Georgia y puso una pistola en el pecho de Europa. Fué un momento de gran tensión, en el que incluso pudo haberse detonado un conflicto nuclear con Europa como escenario. Estados Unidos quedaría observando cómodamente desde el otro lado del atlántico como se destruye el viejo continente. El arquitecto de la teoría de usar a Europa para crear a través de la OTAN un cerco cada más cerrado sobre Rusia, ha sido el Sr. Brezinski consejero demócrata de Estados Unidos y del actual presidente Obama.

Urge la lucha contra una gran guerra, amenaza cada vez más real.

La Gran Depresión del siglo XXI constituye una coyuntura de inauguración para una guerra de gran escala con el riesgo de desembocar en una tragedia para la toda la humanidad. EEUU y la OTAN mueven sus fichas militares dentro de Ucrania que tiene una frontera de 2.300 kilómetros con Rusia. Se desarrollan otras fuerzas militares en Chequia, Polonia, los países bálticos, Georgia y Azerbaiyán y a la vez avanzan por el mar en dos direcciones: por un lado en el Mar Báltico y el Mar de Barents y por el otro en  el Mar Negro y el Mar Caspio. El cerco que amenaza a Rusia avanza de manera considerable. El rol aparentemente asignado a Canadá finalmente, es servir de punto de lanza en una eventual confrontación con Rusia en el Ártico (Rick Rozoff, “Arctic: Canada Leads NATO Confrontation With Russia”).

En la opinión de Rozoff, el polo del Norte es tal vez el lugar más estratégico para el lanzamiento de misiles balísticos ya que permite llegar a un determinado lugar a los submarinos sin poder ser detectados y acorta además el tiempo requerido para llegar al objetivo de su contrincante. Rusia es la única nación en el mundo que cuenta con una triada nuclear- bombarderos estratégicos, misiles balísticos de largo alcance y misiles balísticos lanzados desde submarinos- que en su conjunto tienen la capacidad de defensa y contra respuesta inmediata ante el llamado “First Nuclear Strike”. El objetivo de contar con una capacidad nuclear trifurcada, es reducir de manera significativa la capacidad del enemigo de destruir las fuerzas nucleares de una nación con el primer golpe nuclear. Esta capacidad de respuesta, a su vez, es una amenaza creíble ante un ´primer golpe nuclear´ y la mejor defensa de una nación ante una amenaza nuclear. En el círculo polar Rusia está concentrando su última línea de defensa contra semejante amenaza (Rozoff, ob.cit.).

Una guerra internacional de gran escala sólo acentuará la crisis ecológica y profundizará la crisis económica a nivel mundial. La tragedia humana que implique demandará la solidaridad y lucha de todos los pueblos contra el imperio y para poner un límite a la irracionalidad del capital. La sola Gran Depresión del siglo XXI pondrá a prueba seria el paradigma vigente, ni hablar cuando estalle una guerra ampliada a escala internacional. Así como durante el prolongado crecimiento negativo de la Gran Depresión del Siglo XX Maynor Keynes propuso la “economía de démurrage”, con mucho más razón se debatirá mañana ya no solo a nivel académico, la urgencia de instaurar una economía con crecimiento negativo que promueva el ´buen vivir´ de las grandes mayorías, sino será demandada internacionalmente por los pueblos del mundo en lucha. Estamos, en otras palabras, ante un momento histórico: O triunfará la lucha por un cambio civilizatorio, o desembocaremos en la barbarie.  La historia, sin embargo, nos enseña que la primera suele darse sólo después y en medio de la segunda. Demandará mucha lucha y solidaridad y unidad internacional para invertir esta lógica y UNASUR ha dado un buen paso, pero faltan muchos más.

1 de Septiembre 2009

Observatorio Internacional de la crisis, www.obeservatoriodelacrisis.org


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